Nacido en 1749, Conrad Heyer, de Nueva Inglaterra, fue un veterano de la Revolución Americana. Estuvo en Trenton durante el terrible invierno de 1776 y cruzó el río Delaware con el general George Washington y su variopinto ejército continental.
A sus 103 años, decidió aprovechar una sesión de fotos a la antigua. El siguiente retrato, cortesía de la Sociedad Histórica de Maine, es un daguerrotipo realizado en el año 1852. Como tal, no es la primera fotografía de un retrato, pero dada la fecha de su nacimiento bien podría ser el ser humano nacido más temprano que ha sido fotografiado. También es el único veterano de la Guerra de la Independencia fotografiado que sirvió con Washington.
En pocos años, los estudios de retratos que empleaban esta técnica habían proliferado por todo el joven panorama estadounidense. Las pocas fotos que nos quedan de la primera mitad del siglo XIX nos ofrecen una ventana a un mundo que, de otro modo, sólo sería accesible a través de la palabra escrita.
Y éste es un magnífico retrato, tanto por su contenido como por su composición. El cuerpo de Heyer está orientado hacia la izquierda, mientras que la luz que entra por detrás de su hombro derecho añade dramatismo. Su cabeza, girada hacia la cámara, añade una sensación de confrontación. A los 103 años, Heyer mira a la cámara, firme, severo y todavía desafiante.
En cuanto a su historia personal, Hayer se trasladó a una granja en Waldoboro, Maine, después de la guerra, donde pasó el resto de sus días. Falleció cuatro años después de que se tomara la foto, a los 107 años de edad.