Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo es una lista de siete estructuras notables presentes durante la antigüedad clásica. La primera lista conocida de las siete maravillas se remonta al siglo II-1 a.C.
Aunque los monumentos han variado a lo largo de los siglos, las siete maravillas tradicionales son:
- La Gran Pirámide de Giza
- El Coloso de Rodas
- El Faro de Alejandría
- El Mausoleo de Halicarnaso
- El Templo de Artemisa
- La Estatua de Zeus en Olimpia
- Los Jardines Colgantes de Babilonia
Utilizando los países actuales, dos de las maravillas se encontraban en Grecia, dos en Turquía, dos en Egipto y una en Irak. De las siete maravillas, sólo la pirámide de Giza, que es también la más antigua de las maravillas, sigue en pie, ya que las demás han sido destruidas a lo largo de los siglos. Eso sí, los expertos debaten sobre la naturaleza exacta de los Jardines Colgantes y dudan de su existencia.
Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo
La Gran Pirámide de Giza
La única maravilla que ha sobrevivido hasta los tiempos modernos, la Gran Pirámide de Guiza fue construida alrededor de 2650 - 2500 a.C. por los antiguos egipcios, como una de las series de tumbas reales.
Cerca de Giza, en Egipto, hay tres grandes pirámides: Khufu, Khafra y Menkaura. Khufu es, con diferencia, la más impresionante y, como tal, se ha ganado el título de La Gran Pirámide. Cubre 13 acres de desierto y se calcula que contiene unos 2 millones de bloques de piedra que pesan entre 2 y 30 toneladas cada uno. En la época en que se construyó, era aún más impresionante, ya que estaba cubierta por una capa de piedra blanca lisa y, posiblemente, una piedra de remate de oro macizo en la parte superior, ambas saqueadas hace tiempo.
Los científicos especulan que se utilizaron rodillos de troncos y trineos para mover las piedras a su lugar. Aunque se incluyeron pasillos estrechos y cámaras ocultas en el interior para detener a los saqueadores y ladrones de tumbas, los arqueólogos modernos creen que la mayoría de los tesoros ocultos en su interior fueron robados poco después de su construcción.
Coloso de Rodas
El Coloso de Rodas, una estatua gigante del dios-titán griego Helios, tenía aproximadamente el mismo tamaño que la Estatua de la Libertad de Nueva York, que mide 43 metros pies desde la base hasta la antorcha.
Se cree que era una representación del dios del sol de pie y desnudo, levantando una antorcha en una mano y sosteniendo una lanza en la otra. Construida en la Grecia helenística entre el 292 y el 280 a.C., fue destruida por el gran terremoto del 226 a.C. Siglos después de su destrucción, una fuerza árabe confiscó los restos tras invadir Rodas, vendiendo el metal restante como chatarra y borrando las pruebas de la verdadera ubicación de la estatua.
Faro de Alejandría
Con una altura de entre 112 y 130 metros, el Faro de Alejandría fue una de las estructuras más altas hechas por el hombre en la tierra durante muchos siglos. Construido en la ciudad de Alejandría, Egipto, en el siglo III a.C. por el Reino Ptolemaico en el Egipto helenístico, y diseñado por el arquitecto griego Sostratos, se utilizaba para guiar a los barcos dentro y fuera del puerto del río Nilo.
Los arqueólogos han descubierto monedas antiguas que representaban el faro y han llegado a la conclusión de que probablemente era una estructura de tres niveles que incluía un nivel cuadrado en la base, un nivel octogonal en el centro y una parte superior cilíndrica. Encima había una estatua de 4 metros de altura que probablemente representaba a Ptolomeo II o Alejandro Magno. Tres terremotos provocaron su destrucción y los restos se utilizaron para construir en su lugar la Ciudadela de Qaitbay en el siglo XIII.
En 1994, arqueólogos franceses encontraron restos del faro en el fondo del puerto de Alejandría, y los buceadores pueden visitar hoy las ruinas, una de las pocas de las siete maravillas que aún podemos visitar.
Mausoleo de Halicarnaso
El Mausoleo de Mausolo en Halicarnaso fue una tumba construida para Mausolo, el sátrapa o gobernador de un territorio persa que se encuentra en la parte occidental de la actual Turquía. Construida por persas y griegos en el año 351 a.C., la tumba tenía una altura aproximada de 40 metros.
Se cree que el complejo, una estructura de tres capas de mármol blanco, incorporaba estilos arquitectónicos licios, griegos y egipcios. La base de 20 metros de escalones de piedra conducía a 36 columnas lónicas y a un techo piramidal de 24 niveles que estaba rematado por una estatua de 4 caballos tirando de un carro. No es de extrañar que a esta enorme tumba se le atribuya el origen de la palabra “mausoleo”.
Varios terremotos sacudieron la estructura a lo largo de los siglos, pero un enorme seísmo en 1494 CE demolió el edificio, aunque sus restos se utilizaron posteriormente para fortificar la estructura de un castillo cercano.
Templo de Artemisa
La construcción del Templo de Artemisa en Éfeso fue iniciada por Creso de Lidia y tardó 120 años en construirse. Construido en Éfeso, una ciudad griega en la actual Turquía, el templo constaba de una serie de altares y templos. El templo fue destruido varias veces por inundaciones, incendios provocados e invasiones, y reconstruido al menos tres veces en su ubicación original.
En el año 401 d.C., el templo fue destruido por última vez por una turba dirigida por el obispo cristiano San Juan Crisóstomo. Los restos fueron descubiertos en 1869 por una expedición dirigida por John Turtle Wood, que encontró las columnas del templo enterradas en el fondo del río Cayster.
Estatua de Zeus en Olimpia
La estatua de Zeus en Olimpia, de unos 12 metros de altura, era una gigantesca figura sentada del dios griego Zeus, que ocupaba todo el ancho del pasillo del Santuario de Olimpia, en Grecia.
Decorada con oro y marfil, era casi tan alta como para tocar la cima del templo. Construida por el escultor griego Fidias en el año 435 a.C., permaneció en pie durante ocho siglos, hasta que los sacerdotes cristianos cerraron el templo en el siglo IV de nuestra era.
No hay constancia de lo que ocurrió con la estatua, pero se cree que fue desmontada y trasladada a Constantinopla, donde finalmente fue destruida por el fuego en los siglos V y VI de nuestra era.
Los Jardines Colgantes de Babilonia
Los Jardines Colgantes de Babilonia, fueron construidos en el siglo VI a. C durante el reinado de Nabucodonosor II en la antigua ciudad de Babilonia (Babel de los textos bíblicos), a orillas del río Éufrates (Mesopotamia). Las aguas para regar las plantas eran traídas desde las orillas del río, que se encontraba en las faldas de la montaña. En los jardines se plantaban palmeras y árboles frutales, como el dátil y los cocos.
Se cree que sus diseños y construcciones se iniciaron en 600 a. C., por orden del gobernante en esa época Nabucodonosor II de la dinastía caldea del Imperio neobabilónico, como muestra de amor hacia su esposa Amitis, hija del rey Ciáxares del Imperio medo (Media o “Umman Manda”), para recordarle las montañas de su tierra.
Los Jardines Colgantes son la única de las Siete Maravillas que no sabemos a ciencia cierta si existieron. No hay textos babilónicos existentes que mencionen los jardines, y no se ha encontrado ninguna evidencia arqueológica definitiva en Babilonia. Podría ser que fueran puramente míticos, y las descripciones encontradas en los antiguos escritos griegos y romanos (incluyendo los de Estrabón, Diodoro Sículo y Quinto Curcio Rufo) representaban un ideal romántico de un jardín oriental. También es posible que existieron en Babilonia, pero fueron destruidos en algún momento alrededor del siglo I d.C por un terremoto.