El té es la segunda bebida más popular del mundo, tan solo por detrás del agua. Y, por supuesto, al ser tan consumido, también existen muchas variedades:
1. Té negro
El té negro es conocido por su capacidad de conservarse durante varios años, ya que está más oxidado que los tipos de té verde y oolong. Esta característica le permitió ser utilizado como moneda de cambio de facto en Mongolia en el siglo XIX. Hay varias variedades de té negro, muchas de las cuales reciben el nombre de las regiones en las que se producen. A lo largo de los años, el té negro se ha mezclado a menudo con otras plantas para producir diferentes sabores, como el masala chai, el té del desayuno irlandés y el té earl grey. Las investigaciones han revelado que el consumo de té negro puede reducir el riesgo de infarto.
2. Té verde
La producción de té verde se originó en China y se extendió gradualmente a otras partes del mundo, especialmente en Asia. Existen diversas variedades de té verde que dependen de la subespecie utilizada en la producción, de las condiciones de cultivo y del momento de la cosecha. Aunque muchos han afirmado que el té verde tiene numerosos beneficios para la salud, ninguna investigación científica ha podido aportar pruebas de ello. Por término medio, el té verde contiene un 99,9% de agua y un nivel insignificante de calorías.
3. Té blanco
El té blanco se elabora a partir de hojas muy jóvenes o brotes inmaduros que no están enrollados ni oxidados como los tés negros o verdes. Sin embargo, el color no es blanco como sugiere su nombre, sino más bien amarillo pálido cuando se prepara. Es conocido por su delicado sabor. También es conocido por ser uno de los tipos de té más caros del mercado, sobre todo en su variedad “aguja de plata”. Su nivel de cafeína es ligeramente inferior al del té verde.
4. Té Oolong
El nombre oolong deriva del nombre chino “wulong”, que significa “té negro de dragón”. Sus orígenes se encuentran en China. El proceso de preparación del té oolong es muy riguroso y depende en gran medida del tiempo y la temperatura. El marchitamiento, el enrollado, el moldeado y la cocción siguen un proceso similar al del té negro. De hecho, como el té oolong no está fermentado, puede entenderse como algo intermedio entre el té verde (que no está fermentado) y el té negro (que está fermentado). El nivel de fermentación del té oolong puede variar según el tipo, pero puede estar entre el 8 y el 70% de fermentación. El té oolong se almacena mejor en un lugar fresco y seco.
5. Té de mate
El mate, también conocido como yerba mate, es una bebida tradicional de Sudamérica. La preparación es un proceso muy sencillo en el que se llena un recipiente con hojas de té, conocidas localmente como yerba, y luego se vierte agua caliente sobre las hojas. La bebida se consume con una pajita para asegurarse de que sólo se extrae el líquido y no las hojas. El té mate contiene vitaminas B y C, así como antioxidantes. Es conocido por su alto contenido en cafeína.
6. Té de hierbas
El té de hierbas es una bebida elaborada a partir de la infusión de hierbas, especias y frutas en agua caliente. A veces se denominan tés de frutas o tisanas. Generalmente sin cafeína, estas infusiones se han disfrutado desde la antigüedad. Se componen de flores, hojas, semillas y raíces secas y pueden estar endulzadas o no. Entre los tipos más populares de tisanas se encuentran la manzanilla y el hibisco.
7. Té Pu’erh
El té Pu’erh se produce mediante el secado y enrollado de hojas de té que han sufrido una fermentación y oxidación microbiana. Es una bebida tradicional china que inicialmente se secaba y procesaba de forma natural. Este proceso era largo y podía durar hasta quince años. En la década de 1950, hubo un aumento repentino de la demanda de té Pu’erh en Hong-Kong. La demanda llevó a la necesidad imperiosa de estandarizar el proceso de oscurecimiento de las hojas de té. Este nuevo proceso redujo el tiempo de fabricación de años a meses. El té Pu’erh puede clasificarse en diferentes variedades según la forma, la región, el cultivo y el grado. La investigación científica ha demostrado que el consumo de té Pu’erh suprime el nivel de colesterol total en la sangre.