Hay pocos alimentos tan apreciados en el mundo como los fideos. ¿Pero dónde se originaron realmente? En realidad, hay muchas ideas contradictorias sobre qué regiones y culturas empezaron a crear fideos.
Algunos historiadores creen que se originaron en Oriente Medio y que originalmente se hacían con sémola y se secaban antes de cocinarlos. Otros creen que el lugar de nacimiento fue algún lugar de Asia Central.
Muchos chinos creen que los fideos se crearon en China y se extendieron hacia el oeste a través de los viajes de Marco Polo. Muchos italianos se atribuyen la invención de la pasta y sostienen que estaba en Italia mucho antes de que naciera Marco Polo. Algunos historiadores de la alimentación y arqueólogos creen que los fideos se originaron en Oriente Próximo (Asia occidental, Turquía y Egipto), donde se cultivó por primera vez el trigo duro, y se extendieron tanto hacia el este como hacia el oeste siguiendo diferentes líneas temporales y trayectorias.
En el año 2000 se encontró un cuenco de fideos de 4.000 años de antigüedad en un yacimiento arqueológico del norte de China. El cuenco estaba volcado y en su interior se encontraron largas hebras amarillas de fideos de mijo perfectamente intactas.
Antes del descubrimiento de los fideos intactos, la primera mención de los fideos se encontraba en un libro escrito en la dinastía Han hace unos 2000 años. Sin registros escritos de otras culturas que mencionen los fideos desde hace tanto tiempo, sólo se puede decir que los fideos existieron al menos 4.000 años en China, con la posibilidad de que existieran en otras zonas antes.
Independientemente de que los fideos se hayan originado realmente en Asia Oriental, ésta se ha convertido en la región que ha hecho de los fideos no sólo una parte crucial de la dieta, sino también un alimento infinitamente versátil y adaptable. Los fideos se extendieron de China a Japón ya en el siglo IX d.C. y a Corea ya en el siglo XIV, más o menos cuando ya había documentos sobre la pasta en Italia.
En China, los fideos pueden ser gruesos y redondos, gruesos y planos, delgados y rectos, o delgados y ondulados. En China, una de las primeras formas de fideos eran pequeños trozos de masa de pan que se echaban en agua hirviendo. Hoy en día, esa forma puede verse en las formas de mian pian (fideos planos cuadrados), dao shao (fideos más gruesos afeitados con un cuchillo) y mao er duo (fideos “oreja de gato” muy similares a la forma de los orecchiette y los ñoquis). Los fideos pueden saltearse, cocinarse al vapor, hervirse, freírse en la sartén o cocerse a fuego lento en la sopa.
Aunque los fideos forman parte de la vida cotidiana en la cultura china, también tienen un gran simbolismo cuando se comen durante acontecimientos importantes. En China, los fideos se comen con frecuencia durante el comienzo del Año Nuevo Lunar y en los cumpleaños. De hecho, simbolizan la longevidad y la buena salud para el año siguiente. Pero, según la superstición, cortarlos equivale a acortar la vida.
Pero cuando se comen fideos, la principal preocupación es el sabor y la textura. Los fideos de trigo son mejores cuando son elásticos, y hay muchas técnicas que contribuyen a esa textura característica. Los fideos de arroz deben ser suaves, no demasiado firmes, pero tampoco demasiado blandos. Y la salsa o sopa que envuelve los fideos debe tener profundidad y un buen equilibrio de sabores. Sorber no sólo está permitido, sino que es muy recomendable, porque significa que estás disfrutando mucho de los fideos que estás comiendo.
Así que la próxima vez que comas (o más bien sorbas) fideos, vale la pena considerar que los fideos que estás consumiendo descienden de miles de años de historia e influencias culturales.