Edimburgo, la famosa capital de Escocia, es un tesoro turístico para muchos. Escenario de series y películas como Outlander o Harry Potter, la ciudad guarda entre sus barrios y sus calles citas imprescindibles para incluir en tu lista de cosas qué ver y hacer en Edimburgo.
Capital escocesa desde 1437, Edimburgo cuenta con más de medio millón de habitantes y es la segunda ciudad más grande de Escocia, tan solo por detrás de Glasgow.
Por eso, queremos ayudarte para que conozcas las 13 mejores cosas que hacer y ver en Edimburgo.
El castillo de Edimburgo
Una de las visitas que sí o sí tienes que hacer es visitar su enorme castillo. Su origen data del siglo XII y también es conocido como la “llave de la ciudad” porque, quien controlaba el castillo, controlaba toda la ciudad. Emplazado en la cima de una colina tiene una excelente ubicación defensiva, pero además ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.
Hoy día podemos pasear por este edificio histórico de Escocia en un recorrido que nos puede llevar hasta tres horas, así como disfrutar de varias exposiciones y museos que nos permiten conocer de primera mano la historia escocesa. No te puedes perder las impresionantes joyas de la corona de Escocia y la Piedra del Destino, que se usa en la coronación de los monarcas británicos.
El cementerio de Greyfriars
Si te va el turismo de cementerios, en Edimburgo tienes un lugar que no te puedes perder. . De hecho, no hace falta que guste el necroturismo para disfrutarlo.
La verdad es que hay muchos cementerios en Escocia, pero este es especial. Te hablo del cementerio de Greyfriars, conocido sobre todo por estar relacionado con la mítica saga de Harry Potter. De hecho, si has visto las películas, sabrás de la escena de Harry Potter y el cáliz de fuego, cuando Voldermort (o El que no debe ser nombrado si te da miedo) volvió a su vida física. Pues sí, fue rodada en este cementerio.
Sin embargo, el cementerio en sí está plagado de historias, leyendas e incluso de su propio poltergeist (si se te presenta, que sepas que se llama Mackenzie).
Es un lugar que impresiona, no solo por la paz, sino por la forma en que los cementerios escoceses están organizados. Que no te dé miedo probar; vas a salir encantado de esa visita.
Dean Village
Otro de los destinos que deberías apuntar en tu lista de cosas qué hacer en Edimburgo es un lugar que te transportará a otro siglo. Y si hablamos de Escocia, eso podría ser como un viaje en el tiempo (con todas sus consecuencias). Y es que Dean Village conserva ese aura antiguo y tradicional de la ciudad (y sin salir de allí).
Se trata de una aldea donde había once fábricas que trabajaban gracias a los molinos de agua situados en torno al río Leith. Gracias a eso, la zona prosperó durante más de 800 años y sus casitas de piedra, que aún se conservan, te transportarán al pasado. El contraste con los edificios de Edimburgo es increíble. Dean Village es la aldea dentro de Edimburgo. Visitarás dos épocas en un mismo lugar.
Además, aún no es un destino turístico demasiado popular, por lo que podrás deleitarte dando un paseo o tomándote algo en un entorno muy relajado.
Camera Obscura
La Cámara Oscura es la atracción más antigua que existe en Edimburgo. Fue abierta por primera vez en 1835 y dentro vas a poder encontrar ilusiones ópticas, experiencias y actividades que te harán salir con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Recuerdas esos espejos de las películas que crean laberintos? Pues hay uno. ¿Y un túnel que te hará perder el equilibrio? También.
Es un lugar ideal para ir con la familia, sobre todo si tienes niños, pero os lo recomiendo a todos, aunque solo vayáis adultos. Serás transportado a una época diferente donde las atracciones son sencillas pero donde las risas están garantizadas.
El pozo de St Bernad
Cuenta la leyenda que, un día, San Bernardo llegó a Edimburgo. Estaba muy enfermo y cansado, así que se acercó hasta un manantial y bebió agua. Tan bien le sentó ese trago, que, de pronto, la afección que le consumía su salud se fue, haciendo que San Bernardo se curara de su enfermedad.
Sin embargo, pronto cayó en el olvido hasta que, unos siglos después, el manantial “reapareció”. Muchas personas comenzaron a acudir a él con la esperanza de curar sus enfermedades. Una de esas personas fue un noble que, tan agradecido estaba, que ordenó que se construyera un templo en el lugar. Y eso es lo que ahora puedes ver.
No puedes perderte este trocito de historia viva de Edimburgo. Además, te pilla de camino a Dean Village.
Castillo de Lauriston
Si además de Escocia, Japón es otro de los países que te llama la atención, tienes una visita obligada al Lauriston Castle. En él se ha conseguido mimetizar los dos países en un increíble jardín.
Se trata del jardín ubicado en el castillo de Lauriston donde se recrea un jardín japonés llamado Kyoto Frienship Garden. El detalle y el mimo con el que se ha creado y se conserva el jardín es sobrecogedor. Seguro que te quedas sin palabras cuando lo veas. Nunca había creído que la fusión irlandesa y japonesa fuese a funcionar tan bien.
Mary King’s Close
Mary King’s Close podríamos definirla como la parte más antigua de Edimburgo, y una de las que más visitantes recibe, no solo de día, sino también de noche. Se organizan muchos tours para pasear por los pasadizos y calles subterráneas que quedan (muchos de ellos se derrumbaron hace siglos).
Lo bueno es que podrás aprender cómo vivían hace siglos los edimburgueses (sí ese es su gentilicio, casi parece un trabalenguas). Era una zona típica de comercio donde las personas se congregaban para intercambiar sus productos.
Como era lógico, también había muchas viviendas de la época. Sin embargo, lo que más te sobrecogerá será su historia más oscura, como por ejemplo cómo la peste acabó con la vida “a color” que había en ese lugar.
Arthur's Seat
Otro lugar imprescindible. Y no solo lo digo que me encantan las leyendas del Rey Arturo, también lo dicen todos los amigos con los que visité Escocia. Probablemente no lo sabrás, pero Arthur’s Seat es en realidad un volcán que ya no está activo.
Además, es uno de los puntos más altos de Edimburgo, lo que te permite obtener unas vistas increíbles de la ciudad y al mismo tiempo disfrutar de algo muy característico de Escocia: sus prados verdes.
Las leyendas, y el motivo por el que recibe ese nombre, es porque se piensa que Camelot pudo estar ubicado en ese punto.
Arthur’s Seat también tiene mucha historia, pero del género “macabro”. Y es que, en 1836, unos niños descubrieron enterrados 17 mini ataúdes en madera. Cada uno de ellos contenía una figura dentro, con ropa y botas a medida. Parecían momias.
No se conoce su origen con certeza, aunque se dice que son una representación de los 17 asesinatos que Burke y Hare, también conocidos como los asesinos de West Port, cometieron entre 1827 y 1828 para proporcionar cadáveres en la Escuela de Medicina de Edimburgo.
El Museo Nacional de Escocia
¿Tienes curiosidad sobre la historia de los ataúdes? Pues están en el Museo Nacional de Escocia, una visita obligada que tienes que hacer, no solo para verlos, sino para empaparte de la historia de Escocia. Conocerás el periodo de la romanización, la vida de William Wallace, la evolución del nacionalismo escocés y mucho más. No puedes perdértelo.
Pero no solo eso, también hay exposiciones de ciencia, tecnología, … y todo lo que se te ocurra que debería haber en un museo. Y lo mejor de todo: ¡es gratis!
De hecho, de museos en Edimburgo también te recomiendo el Surgeon’s Hall Museum que habla de la medicina y te muestra instrumentos y técnicas que se han utilizado a lo largo de los años.
La Catedral de St Giles
La principal catedral de Edimburgo es esta, construida en el siglo XIV y conservada hasta nuestros tiempos. Sobre todo, destacan los monumentos que hay en su interior y que conmemoran a algunas de las personalidades escocesas más representativas de la historia de Escocia.
Te recomiendo también que te fijes en las impresionantes vidrieras de la catedral, así como en sus campanas, son las originales del siglo XV.
Y un punto que no debes olvidarte de localizar es el Pilar del Rey. Lo reconocerás porque tiene los escudos de armas medievales de los reyes británicos.
Por último, de la catedral tienes que ver la Capilla Thistle donde conocerás la “Orden del Cardo”. Un grupo de hombres del siglo XVII que se encargaron de proteger Escocia.
Palacio Holyrood
Este lugar, ubicado en la Royal Mile, es un edificio impresionante de la realeza. Es la residencia oficial de la Reina de Inglaterra en Escocia. Eso sí, se pone hasta arriba de gente y de seguridad cuando pasa por allí Isabel II.
Es uno de los más hermosos que hay en Escocia, pero lo mejor de todo es que se puede visitar. No todo el palacio, pero sí las salas de ceremonia y algún que otro apartamento. Podemos destacar la “Great Gallery” donde verás colgados 96 retratos y que, aún hoy, la Reina usa como lugar para llevar a cabo las recepciones oficiales.
Royal Mile
¿Qué se hace cuando llegas a una ciudad que quieres ver? Pues enfundarte unas buenas zapatillas de deporte, o calzado cómodo, y callejear. Y eso es lo que hacer en Edimburgo, concretamente en la Royal Mile, una avenida que se enorgullece de ser la más famosa de la ciudad, y que te da acceso a múltiples lugares conocidos (y con parada obligatoria) en tu viaje.
Son casi 2 kilómetros por la zona más céntrica de Edimburgo, pero no te quedes solo por la calle principal, ya que hay pasadizos, callejuelas y otros lugares que te harán descubrir un Edimburgo diferente.
El corazón de Midlothian
Que no se te pase por alto, en la propia Royal Mile, el “corazón de Midlothian”. Se trata de un corazón dibujado en el pavimento, construido en granito de colores, que representa tanto un corazón como una cruz.
Se dice que está ubicado donde antaño se encontraba un edificio que administraba la ciudad, aunque con el tiempo también se convirtió en prisión y en zona de ejecución.
Cómo ves, Edimburgo es un lugar lleno de rincones secretos la mar de interesantes. No te lo pienses demasiado y lanzate a la aventura de conocer la bellísima capital de Escocia. ¡No te arrepentiras!