Según un estudio publicado por el Institute for Health Metrics and Evaluation de Seattle, España está a punto de convertirse en el país más longevo del mundo, superando a los japoneses. El estudio indica que la esperanza de vida media de los españoles en 2040 será de 85,8 años, mientras que la de los japoneses será de 85,7 años.
Con una población conocida por su vibrante estilo de vida, su fuerte sentido de comunidad y sus hábitos alimentarios saludables, España ofrece un fascinante caso de estudio en la búsqueda de la longevidad.
Este artículo profundiza en los factores que contribuyen a alargar la vida de los españoles, explorando los elementos culturales, sociales y de estilo de vida que han situado a España a la cabeza de los rankings de longevidad.
Factores que afectan a la longevidad en España
La dieta mediterránea: Un ingrediente clave para la longevidad
Uno de los factores destacados que contribuyen a la longevidad de los españoles es su tradicional dieta mediterránea. Este patrón alimentario hace hincapié en las frutas frescas, las verduras, los cereales integrales, el aceite de oliva y las proteínas magras, al tiempo que limita los alimentos procesados y las grasas saturadas.
Rica en antioxidantes, grasas saludables y nutrientes esenciales, la dieta mediterránea se ha relacionado con la reducción del riesgo de cardiopatías, diabetes y otras enfermedades crónicas. El consumo diario de los españoles de alimentos como el tomate, el aceite de oliva, el pescado y los frutos secos desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de su salud general y su longevidad.
Estilo de vida activo y sentido de comunidad
Los españoles son famosos por su estilo de vida social y su énfasis en la comunidad. La actividad física regular, a menudo en forma de paseos a pie, en bicicleta o bailando, está entretejida en el tejido de la vida cotidiana.
El énfasis en permanecer conectados socialmente ya sea a través de reuniones familiares, eventos vecinales o celebraciones comunitarias, contribuye a reducir los niveles de estrés y a aumentar la sensación de bienestar. Esta interconexión fomenta un sólido sistema de apoyo que puede actuar como amortiguador de los efectos negativos del aislamiento y la soledad.
La siesta: nutrir el cuerpo y la mente
La tradicional siesta del mediodía, una pequeña siesta después de comer, ha sido durante mucho tiempo una piedra angular de la cultura española. Esta práctica no sólo favorece la relajación, sino que también puede ser beneficiosa para la salud.
Los estudios sugieren que una breve siesta durante el día puede mejorar la función cognitiva, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. La siesta refleja el enfoque equilibrado de la vida en España, donde el trabajo y el descanso se integran armoniosamente, contribuyendo a la longevidad general.
Clima y vida al aire libre
El clima de España contribuye a fomentar un estilo de vida propicio para la longevidad. El suave clima mediterráneo del país favorece las actividades al aire libre durante todo el año.
Los españoles tienen el lujo de disfrutar del aire fresco, la luz del sol y la naturaleza, que contribuyen al bienestar físico y mental. La exposición regular a la luz solar ayuda al organismo a producir vitamina D, vital para la salud ósea y el funcionamiento del sistema inmunitario.
Aceptar la edad como sabiduría
En España, la edad suele venerarse como símbolo de sabiduría y experiencia. Las generaciones mayores son respetadas y celebradas, lo que fomenta una actitud positiva hacia el envejecimiento. Esta percepción cultural puede tener beneficios psicológicos, promoviendo la salud mental y la autoestima entre los mayores.
Conclusiones
Los investigadores atribuyen esta longevidad a la dieta y al estilo de vida. Por ejemplo, un secreto de la longevidad de España son sus vibrantes mercados locales que florecen desde hace tiempo en toda España. Allí podemos encontrar pilas de frutas y verduras cuidadosamente apiladas, bolsas de frutos secos y tesoros de pescado que descansan, con los ojos muertos pero inodoros, sobre lechos de hielo. Las personas de más edad que conoce, en su inmensa mayoría mujeres, saben comer.
“Fruta y verdura -que podemos cultivar todo el año-, pescado, carne; es un poco de todo”. “Una dieta española sin frutas y verduras es impensable”.
Antonio Abellán, del Grupo de Investigación sobre el Envejecimiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afirma que los resultados del estudio coinciden con una tendencia reconocida. En los últimos años, la esperanza de vida en España se ha ido acercando a la de países de primer nivel como Japón, Suiza, Suecia y Francia.
“La verdad es que no sabemos todas las razones”, dijo. “A las generaciones que ahora llegan a la vejez en España les va un poco mejor que a otras generaciones en otros países. Podemos decir que las nuevas generaciones de ancianos que llegan ahora son un poco mejores y por eso durarán un poco más.”
“Al igual que otros países mediterráneos, España valora mucho la riqueza familiar: los lazos familiares, la cercanía de la familia. No es lo único, ni lo más importante, pero creo que explica en parte las diferencias entre España y otros países. Es una ventaja. Si vives mejor, acabas viviendo más”.
El inminente estatus de España como la nación más longeva del mundo es un testimonio del poder de los factores culturales, dietéticos y de estilo de vida en la promoción de la longevidad. La combinación de una dieta mediterránea, un estilo de vida social activo, la tradición de la siesta, el clima favorable y las actitudes culturales hacia el envejecimiento han creado una receta para una vida prolongada y plena.
A medida que el mundo trata de entender y emular el éxito de España, se hace evidente que la búsqueda de la longevidad es un viaje polifacético que va más allá de la genética y abarca la forma en que comemos, cómo nos relacionamos y cómo percibimos la edad y la comunidad.