El Tío Sam tiene un largo historial de acciones contra su propio pueblo. Por ejemplo, cuando el gobierno envenenó intencionadamente ciertos suministros de alcohol matando a más de 10.000 ciudadanos estadounidenses y enfermando a muchos otros miles. A pesar de ello, el programa continuó durante algún tiempo, aunque se debatió acaloradamente en el Congreso cuando empezaron a llegar las cifras de muertos…
Otro de esos programas “interesantes” fue el que se llevó a cabo entre 1953 y 1964, cuando la Agencia Central de Inteligencia (CIA) realizó docenas de experimentos sobre los efectos de agentes biológicos y químicos en ciudadanos estadounidenses sin su conocimiento en el Proyecto MKUltra. Estas pruebas encubiertas incluían someter a los sujetos involuntarios a drogas alucinógenas y otros productos químicos, entre otras cosas.
Es difícil encontrar documentos oficiales sobre este programa; sin embargo, en 1976 y 1977, el Senado de los Estados Unidos llevó a cabo investigaciones e incluso celebró una audiencia del comité conjunto sobre el Proyecto MKUltra, y luego publicó gran parte de lo que se descubrió.
El propósito del proyecto MKULtra
Según el informe de la audiencia, el proyecto pretendía “desarrollar una capacidad en el uso encubierto de materiales biológicos y químicos”. La motivación también era defensiva, ya que muchos temían durante la Guerra Fría que los rusos y los chinos ya hubieran desarrollado armas en este ámbito. Como señalaron los defensores del proyecto: “El desarrollo de una capacidad completa en este campo de la guerra química y biológica encubierta nos proporciona un conocimiento profundo del potencial teórico del enemigo, permitiéndonos así defendernos de un enemigo que podría no ser tan comedido en el uso de estas técnicas como nosotros.”
Autorizado oficialmente en 1953, en 1955, el proyecto creep había ampliado la autoridad de la CIA en el marco del MKUltra para incluir lo siguiente:
El descubrimiento de los siguientes materiales y métodos:
- que promoverán el efecto intoxicante del alcohol;
- que faciliten la inducción de la hipnosis o aumenten su utilidad;
- que aumenten la capacidad de los individuos para resistir las privaciones, la tortura y la coerción durante los interrogatorios y el llamado “lavado de cerebro”
- que produzcan amnesia respecto a los acontecimientos anteriores y durante su uso;
- que produzcan shock y confusión durante largos periodos de tiempo y que puedan utilizarse de forma subrepticia; y que producirán incapacidades físicas como parálisis de las piernas, anemia aguda, etc.
Experimentos con LSD
El senador Edward Kennedy señaló que había un programa de “pruebas y experimentos extensos” que incluía pruebas de drogas encubiertas en ciudadanos involuntarios “en todos los niveles sociales, altos y bajos, nativos americanos y extranjeros”. Varias de estas pruebas implicaban la administración de LSD a “sujetos involuntarios en situaciones sociales”.
Para muchas de estas pruebas de drogas, especialmente al principio, no había “personal médico a mano ni para administrar las drogas ni para observar sus efectos.” A menudo, los sujetos seleccionados al azar “enfermaron durante horas o días, incluyendo la hospitalización en al menos un caso”.
Lo más preocupante es que algunas de las pruebas resultaron letales, pero eso no impidió que la CIA siguiera experimentando. La muerte de dos estadounidenses puede atribuirse a estos programas; otros participantes en los programas de pruebas pueden seguir sufriendo los efectos residuales… El hecho de que continuaran durante años después de que se conociera el peligro de la administración subrepticia de LSD a individuos involuntarios, demuestra un desprecio fundamental por el valor de la vida humana.
Una de estas vidas pertenecía al Dr. Frank Olson, un investigador del ejército estadounidense que estudiaba “el desarrollo de técnicas para el uso ofensivo de armas biológicas… y la investigación biológica para la CIA”. Junto con un grupo de otros 9 científicos, asistió a una conferencia en una cabaña de Deep Creek Lake, Maryland, en noviembre de 1953. Una vez allí, los agentes de la CIA echaron Cointreau con LSD a los investigadores. Sólo cuando los científicos terminaron sus bebidas se les informó de que habían sido drogados. La mayoría de los investigadores soportaron bien la experiencia y no tuvieron secuelas, pero el Dr. Olson no. Nunca se recuperó de la prueba y, poco después del experimento, empezó a mostrar “síntomas de paranoia y esquizofrenia”.
El superior del Dr. Olson y la CIA que dirigía el experimento se encargaron de que recibiera tratamiento en la ciudad de Nueva York. Mientras pasaba la noche en una habitación de hotel con el oficial de la CIA, y después de pedir que lo despertaran a la mañana siguiente, el Dr. Olson se las arregló para caer al vacío. No existe ningún indicio de que se haya llevado a cabo ninguna investigación, en particular por parte del oficial de la CIA (que era a la vez responsable del experimento y estaba solo en la habitación del hotel con Olson).
Universidades, prisiones y hospitales realizaron experimentos
En la audiencia, el senador Kennedy señaló que muchas instituciones respetables fueron incorporadas fraudulentamente a los proyectos MKUltra: “De lo que estamos hablando básicamente es… de la perversión y corrupción de muchos de nuestros destacados centros de investigación en este país, con fondos de la CIA, donde algunos de nuestros mejores investigadores se vieron involuntariamente involucrados en investigaciones patrocinadas por la Agencia en las que no tenían conocimiento de los antecedentes o el apoyo”[11]“.
Según el informe de la audiencia, “ochenta y seis universidades o instituciones estuvieron involucradas y 185 investigadores y asistentes no gubernamentales” trabajaron en estos proyectos. “Médicos, toxicólogos y otros especialistas en narcóticos mentales fueron atraídos a MKUltra a través de la concesión de subvenciones que se hicieron bajo los auspicios ostensibles de la fundación de investigación, ocultando así el interés de la CIA a la institución del especialista”.
En algunos de los 12 hospitales que participaron en el Proyecto MKUltra, las pruebas se llevaron a cabo en pacientes con cáncer terminal, presumiblemente porque se preveía que los experimentos tendrían efectos perjudiciales, si no letales, de larga duración. Lamentablemente, para conseguir que los hospitales (y quizás los pacientes) accedieran a estos experimentos, la CIA a menudo pagaba a la institución. “El ingeniero del proyecto… autorizó al contratista a pagar los gastos del hospital de ciertas personas que padecían cáncer incurable por el privilegio de estudiar los efectos de estos productos químicos durante sus enfermedades terminales.”
No todas las pruebas se hicieron de forma involuntaria, aunque eso no las hace más éticas. Por ejemplo, en un experimento carcelario llevado a cabo por el Centro de Investigación de Adicciones del Instituto Nacional de Salud Mental en el Centro de Rehabilitación de Lexington (una prisión para drogadictos convictos), a los presos que se ofrecieron a participar en un experimento con drogas alucinógenas se les prometió dosis de “la droga de su adicción”.
Otros experimentos diversos
También se llevó a cabo un número desconocido de otros experimentos en “áreas tales como efectos de electrochoque, técnicas de acoso para uso ofensivo… aerosoles y rociadores propulsados por gas. Además, se autorizó a los científicos del MKUltra a investigar “vías adicionales para el control del comportamiento humano”, incluyendo “la radiación… y dispositivos y materiales paramilitares”.
En total, el Proyecto MKUltra constaba de **149 subproyectos **“muchos de los cuales parecen tener alguna relación con la investigación de la modificación del comportamiento, la adquisición y prueba de drogas o la administración de drogas de forma subrepticia”, incluyendo:
- Se llevaron a cabo 6 subproyectos que incluían pruebas en sujetos no conscientes
- Se llevaron a cabo 8 subproyectos que incluían la hipnosis, incluidos 2 que también utilizaban drogas
- 7 subproyectos incluían el uso de drogas o productos químicos
- 4 subproyectos utilizaron “el arte del mago… por ejemplo, la entrega subrepticia de materiales relacionados con las drogas”
- 9 subproyectos estudiaron la investigación del sueño (privación del sueño) y la influencia de la psicoterapia en el comportamiento
- 6 subproyectos estudiaron los efectos en el tejido humano de “patógenos exóticos y la capacidad de incorporarlos en sistemas de entrega eficaces”
Lamentablemente, aunque no es sorprendente, la CIA destruyó todos los registros del Proyecto MKUltra. Por lo que apenas quedan registros de los 10 años de actividad encubierta.
Sin embargo, algunos registros se pasaron por alto durante la destrucción de la CIA porque se encontraron nuevos registros en 1977. Los registros revelan una serie de experimentos mucho más amplia de lo que se pensaba. No obstante, estos registros siguen siendo incompletos.
Dos juicios derivados de las actividades del MKUltra llegaron al Tribunal Supremo, pero ambos protegieron al gobierno por encima de los derechos de los ciudadanos:
- En 1985, el Tribunal sostuvo en CIA vs. Simms que los nombres de las instituciones e investigadores que participaron en el Proyecto MKUltra estaban exentos de ser revelados bajo la Ley de Libertad de Información debido a la necesidad de la CIA de proteger sus “fuentes de inteligencia”.
- En 1987, en el caso Estados Unidos contra Stanley, el Tribunal sostuvo que un militar que se había ofrecido como voluntario para un experimento con armas químicas, pero que en realidad fue sometido a pruebas con LSD, no podía presentar una demanda en virtud de la Ley Federal de Reclamaciones por Agravios.