Cada día mueren unas 3.400 personas en accidentes de tráfico en el mundo, lo que supone alrededor de 1,25 millones de muertes al año. Según la Organización Mundial de la Salud, un tercio de estas muertes se deben al exceso de velocidad. Dado que los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre los jóvenes, algunos países están ideando formas innovadoras de frenar el exceso de velocidad.
En Finlandia, las multas por exceso de velocidad están vinculadas al salario. Los finlandeses tienen un sistema de multas “diarias” que se calculan en función de la renta diaria disponible del infractor, generalmente su salario diario dividido por dos. Y cuanto más supere un conductor el límite de velocidad, mayor será el número de multas diarias que recibirá.
Esto ha dado lugar a multas que han saltado a los titulares cuando se ha sorprendido a conductores adinerados conduciendo a gran velocidad:
- En 2002, Anssi Vanjoki, antiguo director de Nokia, fue condenado a pagar una multa de 116.000 euros tras ser sorprendido conduciendo su moto a 75 km/h en una zona de 50 km/h.
- Y en 2015, el empresario finlandés Reima Kuisla fue multado con 54.000 euros por conducir a 72 km/h en una zona de 50 km/h.
Finlandia no es el único país que aplica el llamado “castigo progresivo” a las multas por exceso de velocidad:
- Suiza utiliza un sistema similar, y actualmente tiene el récord mundial de multas por exceso de velocidad. La recibió un automovilista sueco en 2010 que fue sorprendido conduciendo a 290 km/h. Se le impuso una multa de 3.600 francos suizos al día durante 300 días, es decir, unos 1.080.000 francos suizos (cerca de 1 millón de euros) en total.
- El Reino Unido introdujo sanciones más duras por exceso de velocidad en 2017. Los conductores pueden ser multados con hasta el 175% de sus ingresos semanales, en una escala móvil que depende de la gravedad de la infracción. Sin embargo, la cantidad tiene un tope de 2.500 libras.
Aunque los países europeos son los que más multas por exceso de velocidad imponen, también son los primeros en confiscar coches y encarcelar a los conductores. Francia, Finlandia, España y Alemania tienen leyes que pueden enviar a la cárcel a los infractores reincidentes.
Aunque el castigo es el principal mecanismo que utilizan la mayoría de los países para desalentar el exceso de velocidad, algunos están explorando formas más positivas de proteger a los usuarios de la carretera y fomentar la conducción responsable. Como parte de su misión de lograr cero muertes en carretera, Suecia reforzó simultáneamente sus leyes de conducción y mejoró sus infraestructuras.
Casi la mitad de las personas que mueren en las carreteras del mundo están clasificadas por la OMS como “usuarios vulnerables de la vía pública”: peatones, ciclistas y motociclistas. Teniendo esto en cuenta, Suecia ha construido más rotondas, tiene menos cruces y los vehículos no pueden girar donde la gente cruza las calles. Se han construido más puentes peatonales, y las bicicletas están separadas del tráfico en sentido contrario.
En el Reino Unido, mientras tanto, las compañías de seguros utilizan la tecnología para fomentar una conducción más responsable. Los sistemas telemáticos, también conocidos como cajas negras, pueden instalarse en los vehículos para controlar cómo conduce el propietario. Se han dirigido a los jóvenes conductores principiantes, el grupo de edad que suele tener las primas de seguro más altas. Al tener una caja negra instalada sin coste alguno, las aseguradoras ofrecen descuentos en las primas del seguro, ya sea por adelantado o como parte de un sistema de recompensa por la buena conducción.
La OMS predice que, a nivel mundial, los accidentes de tráfico aumentarán a medida que un mayor número de personas de las economías en desarrollo se conviertan en propietarios de automóviles. Los enfoques innovadores para fomentar la buena conducción y desalentar el exceso de velocidad serán vitales para que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible cumpla su ambicioso objetivo de reducir a la mitad el número mundial de muertes y lesiones por accidentes de tráfico para 2020.