En el mundo antiguo y medieval la sal era mucho más importante y destacada que en la actualidad. Ahora es omnipresente, pero entonces era fuente de poder y supervivencia.
La utilizaban para un montón de cosas. No sólo la ponían en la comida, sino que la utilizaban para conservarla, algo muy importante en un mundo sin frigoríficos. Además, también usaban la sal para teñir la ropa, para la limpieza y muchas otras cosas. Era uno de los productos químicos más comunes. Tenía muchísimos usos y la gente lo utilizaba una gran cantidad de sal.
Sin embargo, hay un mito muy extendido y es que la sal fue más valiosa que el oro. La sal nunca fue más valiosa que el oro. El oro es extremadamente raro y mucho más difícil y caro de conseguir. Mientras que obtener sal era un proceso mucho más sencillo en el mundo antiguo y medieval. De hecho, hay playas naturales donde la sal se acumulaba de forma natural.
Por eso, la sal no valía más que el oro. Las cifras son fáciles de obtener. Por ejemplo, en 1590 en Venecia con 33 ducados se podía comprar una tonelada de sal. Esos 33 ducados es una cantidad de oro que podrías sostener en tu mano con bastante facilidad.
Con esa valoración, un gramos de oro valía unas once mil veces más que un gramo de sal. Si nos remontamos al Egipto del 200 d.C., la diferencia del precio entre la sal y el oro era mucho menos. Unas 280 veces más caro el oro que la sal.
Hoy en día 1 kg de oro cuesta unos 54.000 euros, mientras que un kg de sal cuesta unos 30 céntimos de euro. Por tanto, en la actualidad el oro es unas 180.000 veces más caro que la sal.
Eso supone que el precio de la sal era mucho más alto que la actualidad y una persona media podía gastarse el equivalente a 100 euros al año en comprar sal. Pero recuerda que no era solo para dar sabor a las comidas, la mayor parte se utilizaba para la conservación de alimentos.
Tipos diferentes de sal
- La sal rosa del Himalaya procede de antiguos fondos marinos de las montañas y su color se debe a su contenido en hierro. Elimina las toxinas del cuerpo y es un antiséptico natural.
- La sal marina tiene una pequeña cantidad de yodo natural y está menos refinada que la sal de mesa. La palabra salario deriva de sal (de mar), en referencia a las raciones de sal que se daban a los soldados romanos.
- La sal roja hawaiana está coloreada por una arcilla volcánica. Se utiliza en platos tradicionales hawaianos como el cerdo Kalua y el poké.
- La sal azul persa procede de un lago de Irán que existió hace cientos de millones de años, al mismo tiempo que se extinguieron los dinosaurios. Es ligeramente dulce, y el color es el resultado de la formación de la estructura cristalina, que refracta la luz de forma diferente.
- La sal negra hawaiana es una sal de lava con carbón activado, que puede facilitar la digestión y eliminar las impurezas.
- La flor de sal se utiliza sobre todo como sal de acabado debido a su coste. Delicada y escamosa, sólo se forma en condiciones climáticas específicas y se recoge a mano en la costa francesa separando los cristales superficiales flotantes de la sal marina normal.
- Kala namak, una sal negra procedente de la India, se vuelve rosa al molerla. Se mezcla con las semillas del fruto del harad, que le confieren un sabor sulfúrico característico.
- La sal gris o sal marina celta se raspa a mano y toma su color de la arcilla donde se cosecha en Bretaña, Francia.
- La sal ahumada es una sal marina ahumada sobre carbones a baja temperatura, y entre sus variantes se encuentra la sal ahumada de roble Chardonnay, elaborada con barricas que se han utilizado para envejecer vino. Olvídese de los copos de sal marina cosechados a mano, la sal ahumada es lo que entusiasma a los chefs en este momento.