Casi todos los trabajadores del sector turístico de Grecia hablaran al menos un poco de inglés, quizás algunos también se defiendan un poco en español. Sin embargo, siempre despertaremos más amabilidad si primero intentamos saludarlos en su lengua materna.
Aprender algunas frases en griego puede mejorar tu viaje en muchos aspectos, y puede ahorrarte dinero, tiempo y frustración en el camino.
Cómo se pronuncian las frases en griego
Estas son algunas frases básicas que todos los viajeros a Grecia deberían dominar, escritas fonéticamente. El acento está situado en la sílaba escrita en mayúsculas:
- Kalimera (Ka-lee-ME-ra): buenos días
- Kalispera (Ka-lee-SPER-a): buenas noches
- Yassou (Yah-SU): hola
- Efcharisto (Ef-caree-STO): gracias
- Parakalo (Par-aka-LOH): por favor (también se escucha como “de nada”)
- Kathika (KA-thi-ka): estoy perdido
Para ampliar tu vocabulario, también puedes aprender a contar hasta diez en griego, lo que resulta muy útil si a la hora de pedir cosas en un restaurante, comprando o al escuchar el número de la habitación de hotel, etc.
- 0: μηδέν (midén)
- 1: ένα (éna)
- 2: δύο (dýo)
- 3: τρία (tría)
- 4: τέσσερα (téssera)
- 5: πέντε (pénte)
- 6: έξι (éxi)
- 7: επτά (eptá)
- 8: οκτώ (októ)
- 9: εννέα (ennéa)
- 10: δέκα (déka)
El problema del sí y el no
Responder a una pregunta en Grecia puede ser más difícil de lo que crees ya que suenan opuestos a la mayoría de las sonoridades occidentales. Además, vienen acompañadas de un movimiento específico de la cabeza que puede confundirte un poco más, ¡y aquí es donde residen los retos!
En griego, la palabra para “No” es Oxi, pronunciada OH-kee (parecida a “okey”). También es posible que la escuches pronunciada como Oh-shee u Oh-hee.
Por otro lado, la palabra para “Sí” es Neh, suena como “no”.
Movimiento de la cabeza con sí y no
¿Te has preguntado alguna vez por qué asentimos con la cabeza cuando decimos que sí, y movemos la cabeza para decir que no? Es algo que haces todos los días pero nunca piensas en ello. Es algo natural para ti y para todos los que te rodean, pero ¿sabes por qué?
La primera persona que se planteó esta pregunta y realizó una investigación al respecto fue Charles Darwin, un naturalista que estudió las teorías científicas y el proceso de selección natural.
Aprendió que la mayoría de los lugares asentían con la cabeza para decir que sí y movían la cabeza para decir que no, sin embargo había “algunas excepciones sorprendentes”.
Charles Darwin no sólo descubrió que las costumbres variaban en algunos países, sino que también descubrió que estos gestos que utilizamos tan a menudo en la vida cotidiana parecen “innatos hasta cierto punto”. Incluso Darwin escribió sobre ello en sus conclusiones. “El primer acto de negación” en los bebés es cuando rechazan la comida que no quieren (Darwin). Si se les está dando de comer y es algo que no quieren comer, girarán la cabeza hacia otro lado, o hacia un lado.
Así descubrió que la mayoría de los países visitados adoptaban el mismo proceso para decir sí o no, asintiendo o agitando la cabeza.
Sin embargo, es importante darse cuenta de que no todo el mundo practica las mismas costumbres que tú cada día.
Los griegos mueven la cabeza al revés que nosotros para indicar sí y no. Para sí, la mueven hacia los lados y para no la mueven de arriba a abajo.