Como ya sabrás en Japón hay cafés tematizados en cualquier cosa que se te ocurra, pero quizás siga sorprendiéndonos que haya un café de búhos…
A estas alturas, mucha gente ha oído hablar de los “cafés de gatos” que empezaron en Tokio y se han extendido por todo el mundo. Se trata de lugares a los que la gente que no tiene mascotas puede acudir para interactuar con los animales. Pero Tokio es el tipo de ciudad que siempre necesita algo nuevo. Tiene fama de ser vanguardista y nunca decepciona. Una de las últimas tendencias son los “owl cafes”.
El Akiba Fukurou
El Akiba Fukurou, en Akihabara, es el café búho mejor valorado de la ciudad. ¿Por qué le gusta tanto a la gente? Vamos a verlo.
Antes de ir, debemos hacer una reserva para asegurarnos de que hay plazas libres. Nos indican que debemos llegar con 10 minutos de antelación para revisar las normas e instrucciones del local. Lo más importante es que:
- No podemos hacer fotos con flash
- No hacer movimientos bruscos
- No apretar a los búhos
Exactamente a la hora de la reserva, el personal nos hará pasar a una sala llena de búhos. Hay una gran variedad de búhos, pequeños y grandes. En total hay unos 36 búhos, pero podremos interactuar con unos 20 aproximadamente. Algunos de los búhos están en su “periodo de descanso” por lo que solo podrás verlos, no tocarlos. Con los demás sí que podremos jugar.
Los búhos están sentados tranquilamente bajo sus nombres y cada uno tiene una página de perfil con su descripción, personalidad y otros datos interesantes.
Cuando encuentres un búho que te guste, pídele al personal que te lo suba al brazo. De este modo, estarás en una buena posición para hacerte una foto con él y acariciarle. Cuando estés satisfecho, puedes pasar a otro. Si tu brazo está demasiado cansado o te asustan un poco (¡algunos son enormes!), puedes ir acariciándolos en la cabeza.
Así es durante una hora: acariciar, sostener, mirar. Cuando termine la hora, recibirás estos bonitos recuerdos fotográficos plastificados a la salida.
Los propietarios del owl cafe dicen que se trata de relajarse. En un mundo en el que la gente se estresa con facilidad y lleva una vida muy ajetreada, se supone que esto es una especie de escape. “Creemos que los búhos pueden curar nuestros corazones cansados como una terapia”, dicen. Toda la sala está diseñada en torno a esta filosofía, con una iluminación suave, cortinas en las paredes y música ambiental que suena suavemente de fondo. Sin duda, es un ambiente más tranquilo que el de Akihabara, donde el neón, los sonidos estridentes y las multitudes bulliciosas llenan las calles.
Así que se trata de un “entretenimiento curativo” aparentemente y puedo verlo hasta cierto punto. Al menos para los humanos. Sin embargo, hay que preguntarse si es justo para los búhos… Los búhos del Owl Cafe son criadas desde su nacimiento y son tratadas como mascotas. Tal vez preferirían salir a volar en libertad o tal vez estén contentos con esta vida. Por lo que, en muchos sentidos, no es muy diferente a tener un perro, un gato o un periquito como mascota.
¿Cuánto cuesta?
Una hora cuesta 2.000 yenes (unos 15 euros al cambio actual), que se pagan sólo en efectivo.
¿Dónde está el Owl Cafe de Tokio?
El Akiba Fukurou Owl Cafe se encuentra en 67 Kanda Neribeichō, Chiyoda-ku, Tōkyō-to, 101-0022, Japón.
Para llegar, podemos coger el tren hasta Akihabara. Desde allí, sólo hay un corto paseo de 5 minutos hasta el local. El owl cafe está en la planta baja de una pequeña y tranquila calle. Lo reconocerás porque hay unas fotos de búhos en la ventana de fuera.
¿Cómo reservar?
La cafetería abre a diferentes horas cada día, aunque normalmente lo hace desde las 11:00 hasta las 18:00 o las 20:00 horas. Es importante reservar en su página web con antelación suficiente.
En principio, entienden japonés, chino, inglés y francés, pero siempre puedes optar a usar un servicio local para ayudarte a superar la barrera del idioma. Te recomiendo que reserves aquí, sobre todo si no sabes hablar japonés.