Nuestro cuerpo está lleno de relojes (cerebro, hígado, intestinos, etc.) que liberan químicos que dictan cuándo tenemos hambre, cuándo es el momento de estar cansado o de aumentar la energía.
Lógicamente, cuando cruzamos varios husos horarios en un viaje en avión, nuestros relojes internos están completamente desalineados con el horario local de nuestro nuevo destino.
Sin embargo, algunos estudios parecen indicar que un simple ayuno puede ayudarnos a que nuestro cuerpo se ajuste mejor y más rápidamente al nuevo horario.
Ayunar durante el vuelo disminuye el jet lag
El jet lag es el desajuste entre los horarios del cuerpo y la hora real del lugar en donde nos encontramos. Por eso, para disminuir el jet lag lo que pretendemos es ajustar los relojes biológicos del cuerpo lo más rápido posible a los de nuestra nueva ubicación.
Y una de las mejores formas de conseguirlo es mediante el ayuno:
- Lo mejor es que el primer paso lo hagamos antes incluso de subirnos al avión. En casa podemos averiguar la hora del desayuno en nuestro destino, y la convertiremos a nuestra hora local.
- El día del vuelo debemos ayunar unas 12-16 horas antes de tomarnos el desayuno en el destino final.
Por ejemplo, imagina que tenemos que viajar de Madrid a Nueva Delhi, 4,5 husos horarios de diferencia, en un vuelo de Etihad que sale el día 12 de marzo a las 9:45 am de la mañana de Madrid y llega a Nueva Delhi a las 7.50 am del día 13 de marzo. Y suponemos que solemos desayunar a las 6 de la mañana.
- Lo primero que tenemos que hacer es calcular a qué hora en nuestro origen (Madrid) corresponden las 6 am en Nueva Delhi. Para ello, tan solo tenemos que restar los 4,5 husos horarios y obtenemos que las 6 am en Nueva Delhi es la 1:30 am en Madrid.
- Ese es el horario al que nos tenemos que acostumbrar. Desayunaremos a las 6 am de Nueva Delhi, pero a la 1:30 am de nuestro cuerpo.
- Por tanto, como tenemos que ayunar entre 12 y 16 horas antes, tenemos que empezar nuestro ayuno entre las 9:30 am o la 13:30 horas (1:30 pm) del día 12 en Madrid. Lo que significa que podremos comer algo en el avión (porque sale a las 9:45 am). Si el vuelo fuese saliese a las 14:00 horas, la última comida la haríamos antes de llegar al aeropuerto.
- Romperemos el ayuno a las 6 am de Nueva Delhi en el avión.
Durante el ayuno, solo podemos beber agua. No podemos beber bebidas alcohólicas, té, café, ni tampoco refrescos. Por supuesto, tampoco podemos comer nada.
Sé fuerte, porque un solo bocado puede echar al traste todo el esfuerzo.
Se recomienda que el primer desayuno sea alto en proteínas y bajo en carbohidratos. De esta manera nuestro segundo cerebro se reajustará mucho mejor a la nueva zona horaria.
Además del ayuno, también se recomienda que el primer día de nuestra estancia en el nuevo destino permanezcamos en ambientes bien iluminados y hagamos algo de ejercicio.
¡Perfecto! Porque podemos salir a andar para para conocer la ciudad, a la vez que la luz del sol nos ayuda a que todo nuestro organismo se sincronice con la hora local.
Por la noche, viene bien hacer una cena rica en carbohidratos. Nos ayudarán a descansar mejor.
Con un poco de suerte, conseguirás dormirte a la hora local y descansarás lo suficiente para estar a tope el día siguiente
Dieta Argonne: un poco más extremo
La dieta Argonne, inventada por Charles Ehret, es la dieta Anti-Jet-Lag del Ejército y la Marina de los Estados Unidos, del Servicio Secreto de los Estados Unidos, de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y de un sinfín de presidentes y dignatarios del Banco Mundial y del Sistema de la Reserva Federal.
La dieta Argonne también empieza calculando la hora del desayuno en el lugar de destino. Pero en este caso, las pautas alimenticias empiezan cuatro días antes de esa hora.
Y se deben hacer todas las comidas en el horario del destino, por lo que es mucho más difícil de llevar a cabo con una vida normal…
¿Desayunar varios días seguidos a las 2 de la mañana? Bueno, yo la comparto con vosotros que la utilizan hasta los presidentes de Estados Unidos.
- En el primer día tenemos que comer mucho. El desayuno tiene que ser rico en proteínas, mientras que la comida (almuerzo) y la cena tienen que ser ricos en carbohidratos. Solo se puede tomar café entre las 3 pm y 5 pm (de la tarde).
- El segundo día tenemos que hacer comidas ligeras. Ensaladas, sopas, frutas, zumos… Y de nuevo, solo podemos tomar café entre las 3 pm y 5 pm.
- El tercer día es como el primero. Comidas copiosas.
- Durante el cuarto día ayunamos, pero podemos tomar bebidas con cafeína por la mañana si viajamos hacia el oeste y entre las 6 y las 11 pm si viajamos hacia el este.
- Romperemos el ayuno a la hora del desayuno en el destino. Por supuesto, no podemos beber nada de alcohol en el avión. Y si el vuelo es lo suficientemente largo, podemos dormir hasta la hora normal del desayuno en el destino, pero no más tarde. El desayuno debe contener un alto contenido de proteínas.
- La comida o almuerzo del día, también debe tener alto contenido proteínico: bistec, huevos, hamburguesas, cereales de alto contenido proteínico, judías verdes, etc.
- La cena debe ser alta en carbohidratos para estimular el sueño. Se recomienda cenar espaguetis u otras pastas (pero no albóndigas), crepes, patatas, otras verduras con almidón y postres dulces.
La verdad es que yo nunca he llegado a probar la dieta Argonne, pero lo de ayunar 16 horas funciona muy pero que muy bien. De hecho, es lo que hacía la tripulación del vuelo de Singapur a Nueva York, el vuelo más largo del mundo (17 horas seguidas).
Desde luego no es fácil, porque comer es una distracción cuando estás tantas horas encerrado en el avión, pero si lo consigues, la recompensa es encontrarte a tope para disfrutar de lo que queda de viaje… que no ha hecho nada más que comenzar.