El avión de pasajeros más grande del mundo, el A380, se acerca a su lenta muerte tras poco más de 11 años de producción. Airbus dejó de fabricar el A380 en 2021, tras un recorte en los pedidos de su cliente número uno, Emirates.
Ahora que el icónico avión de dos pisos, con capacidad para más de 600 personas y que ha cautivado a los viajeros con duchas y bares a bordo, entra en su ocaso, he aquí una cronología de la breve y accidentada historia del superjumbo.
La vida del A380
En junio de 1994, tras el fracaso de los estudios conjuntos con Boeing Co., Airbus anuncia que planea desarrollar su propio avión de pasajeros de gran tamaño, bautizado como A3XX.
En marzo de 1997, mientras el fabricante de aviones trabaja para que el modelo entre en servicio en 2003, se enfrenta a las primeras críticas sobre su previsión de mercado, ya que British Airways dice que la proyección de 1.380 ventas para 2014 es demasiado optimista. Boeing, que ha decidido construir un avión más pequeño, calcula que la demanda podría no llegar a los 470 aviones a medida que las economías evolucionan y favorecen los viajes de punto a punto en lugar de los supercentros o hubs mundiales.
En el 2000, el A3XX obtiene compromisos de Emirates, con sede en Dubai, y de Air France, seguidos de un contrato marco de 8.600 millones de dólares de Singapore Airlines Ltd. y de posibles ventas a Qantas y Virgin Atlantic. Envalentonada por la avalancha de pedidos, Airbus se compromete formalmente a construir el avión, con entregas a partir de 2006.
En 2004, Airbus se enfrenta a una lucha para reducir el peso del avión, ahora rebautizado como A380, con el fin de alcanzar los objetivos de eficiencia prometidos. Si no lo consigue, tendrá que pagar sanciones económicas. Además, los costes de desarrollo van muy por delante de las previsiones, lo que hace temer que la empresa pueda ganar dinero con el programa.
En abril de 2005, el primer A380 surca los cielos con un vuelo de prueba de casi cuatro horas desde la base de fabricación de Airbus en Toulouse, Francia. El Director General, Noel Forgeard, aplaude el logro, pero los nubarrones se ciernen cuando un académico de la Universidad Northwestern predice que el avión perderá 8.000 millones de dólares durante su vida comercial y nunca devolverá miles de millones más en ayudas estatales.
En octubre 2007, tras múltiples retrasos, nuevos sobrecostes y otros problemas, el A380 entra finalmente en servicio comercial con Singapore Air en un vuelo a Sydney. El superjumbo es un éxito inmediato entre el público que vuela, que se deleita en una cabina que hace que algunos aviones más pequeños parezcan armarios de escobas, pero la cartera de pedidos sigue siendo escasa y cada vez está más claro que la mayoría de las compañías aéreas ven el avión como un modelo de nicho más que como un pilar de los viajes globales.
En noviembre de 2010, Qantas deja en tierra toda su flota de A380 después de que un motor explotara en pleno vuelo, forzando un aterrizaje de emergencia. Una investigación concluye que el incidente fue causado por una fuga de aceite y un posterior incendio; el fabricante de turbinas Rolls-Royce Holdings Plc revisa sus procedimientos.
En enero de 2014, Airbus borra de sus libros un pedido de la desaparecida Kingfisher Airlines Ltd. de la India y reduce la producción al quedar claro que algunos clientes -entre ellos Virgin y la compañía del Océano Índico Air Austral- ya no quieren los aviones que acordaron comprar.
En enero de 2018, Emirates firma un acuerdo por 20 A380 adicionales y 16 opcionales, impulsando un programa que sólo ha conseguido un puñado de acuerdos en los últimos años. La compra parece dar una nueva oportunidad al avión gigante, días después de que Airbus admitiera que su futuro está en duda.
En junio de 2018, algunos de los primeros A380 construidos salen del alquiler de Singapore Airlines. Otras compañías no están interesadas en hacerse con los aviones y quedan aparcados en las estribaciones de los Pirineos franceses camino del desguace, un final poco glorioso para los reactores tras apenas una década en servicio.
En octubre de 2018, el acuerdo de Emirates se hunde en la duda, ya que la aerolínea lucha por conseguir concesiones de precio y rendimiento por parte de Rolls-Royce. Las empresas incumplen el plazo para seleccionar los motores de los nuevos aviones, lo que parece almacenar problemas para Guillaume Faury, que es anunciado como próximo consejero delegado de Airbus.
En febrero de 2019, Airbus finalmente se rinde con el A380 cuando Emirates recorta su pedido, con el actual jefe Tom Enders anunciando que el fabricante de fabricar el avión en uno de sus últimos actos como consejero delegado. Es el fin de una era en la aviación, aunque el superjumbo puede seguir en servicio hasta la década de 2030.