La Peste Negra fue una peste bubónica, causada por una bacteria llamada Yersinia Pestis, que devastó Europa alcanzando su punto máximo entre 1347 y 1351. Con un recuento de muertes de entre 75 y 200 millones de personas, es la pandemia más mortal registrada en la historia de la humanidad.
El estallido de la peste bubónica en Europa fue un acontecimiento clave en su historia. Provocaría varios cambios en la vida social, económica y política de la época. El recuerdo perduraría en la conciencia social y daría lugar al arte y la literatura sobre las condiciones y la vida de aquellos tiempos. La causa de la Peste Negra no se conocía entonces y seguiría siendo un enigma durante varios siglos. Además, no terminó en el siglo XIV y seguiría golpeando a Europa de vez en cuando hasta el siglo XVII.
Datos interesantes sobre la Peste Negra
La enfermedad no se llemó Peste Negra en su época
Los escritores contemporáneos de la peste en Europa describían la enfermedad en latín como pestis o pestilentia (‘pestilencia’); epidemia, (‘epidemia’); y mortalitas, (‘mortalidad’). Aunque la asociación de la muerte con el color negro era antigua, la peste pandémica de 1347 no se denominaba específicamente “negra” en los siglos XIV o XV en ninguna lengua europea. Los escritores e historiadores daneses y suecos empezaron a popularizar el término en los siglos XVI y XVII, desde donde se trasladó a otras lenguas durante muchos años.
Hubo una plaga de peste anterior
La epidemia de peste que azotó las costas europeas en 1347 no fue el primer caso importante de la bacteria Yersinia pestis que afectó a Europa.
La peste de Justiniano de los siglos VI y VII está reconocida como el primer gran ataque conocido. Se la conoce como la primera pandemia de peste. La peste de Justiniano afectó al Imperio Bizantino, al Imperio Sasánida y a las ciudades portuarias del Mediterráneo. Las descripciones históricas señalan que esta plaga acabó con el 40% de la población de la capital bizantina, Constantinopla. Los estudios modernos estiman que pudo haber matado a casi el 50% de la población europea hasta que finalmente desapareció en el año 700 de la era cristiana.
Posteriormente a la Peste Negra siguió habiendo brotes, aunque no fueron tan devastadores. Eso sí, siguieron matando a entre el 10 y el 20% de la población con cada reaparición. Una nueva cepa de la bacteria volvería a atacar en 1855 en Yunnan, China, y se denominaría Tercera Pandemia de Peste. Este episodio de la peste bubónica se extendió a todos los continentes habitados, aunque se limitaría en gran medida a Asia. Provocaría más de 12 millones de muertes en India y China, con unos 10 millones de muertos sólo en India. La Tercera Pandemia duró aproximadamente entre 1860 y 1960.
La bacteria Yersina Pestis se sigue investigando
El bacteriólogo francés/suizo Alexandre Yersin descubrió el agente causante de la peste negra en 1894, mientras estudiaba el brote de peste en Hong Kong. La bacteria recibió el nombre de Yersinia Pestis en honor a Yersin, y posteriormente se descubrió que era la causa de la peste de Justiniano. La investigación sobre la Yersinia Pestis continúa arrojando algunos hallazgos interesantes. En 2010, genetistas médicos dirigidos por Mark Achtman llegaron a la conclusión de que los tres brotes de peste tuvieron su origen en China o sus alrededores.
En 2011, un equipo de 16 investigadores del Instituto Max Plank secuenció y reconstruyó el antiguo genoma de la Yersinia Pestis a partir de las víctimas de la peste negra del cementerio de East Smithfield, en Londres. Concluyeron que todas las cepas actuales de la bacteria se han originado durante el brote de la Peste Negra.
En 2018, otro equipo de investigadores del mismo instituto recuperó el genoma más antiguo conocido de Yersinia Pestis, que data de hace 3800 años. Esta cepa se recuperó en un enterramiento de la Edad de Bronce tardía en Rusia, a partir de los esqueletos de dos individuos portadores de la enfermedad. Se afirma que es el antecesor de la peste de Justiniano, de la peste negra y de la tercera pandemia.
LAS SECTAS FLAGELANTES GANARON MIEMBROS EN LA ÉPOCA
Las sectas flagelantes surgieron en el norte de Italia a mediados del siglo XIII, pero fue durante la epidemia de peste negra cuando brotaron por toda Europa. Estos grupos católicos radicales veían la enfermedad como un castigo de Dios y realizaban el acto de autoflagelación como “expiación” de sus pecados.
Estos grupos, que contaban con entre 200 y 1.000 miembros, viajaban de ciudad en ciudad, donde formaban grandes círculos y se flagelaban con látigos de una manera tan dolorosa como enormemente cicatrizante. Al castigarse con tanta saña y abiertamente, los flagelantes buscaban purificarse. La autoflagelación pública de estos grupos podía resultar muy molesta para la comunidad circundante. Por ello, las autoridades solían reprimirlos.
LOS MÉDICOS DE LA PESTE CON SUS MÁSCARAS EN FORMA DE PICO PODÍAN VERSE POR TODA EUROPA
Con sus típicas túnicas largas y oscuras, guantes y sombreros, junto con sus singulares máscaras con forma de pico, no se parecían a nadie en la sociedad medieval. Las máscaras de pico largo que se rellenaban con artículos aromáticos. Estas máscaras estaban diseñadas para protegerles del “aire viciado”, que, según la ya obsoleta teoría miasmática de la enfermedad, se consideraba la causa de la infección.
En tiempos de epidemia, estos médicos eran contratados específicamente por las ciudades donde la peste se había instalado. Trataban tanto a los ricos como a los pobres y eran pagados por las autoridades de la ciudad. Sin embargo, estos médicos, al igual que sus trajes, eran extremadamente limitados en su eficacia; y a menudo propagaban accidentalmente la peste en lugar de tratarla.
LA ICONOGRAFÍA DE LA MUERTE NEGRA LLEVÓ A LA CREACIÓN DE LA PARCA
El concepto de la muerte negra o ángel de la muerte estaba firmemente arraigado en la cultura europea de la Edad Media. Sin embargo, la morbosidad, el miedo y el sufrimiento a los que se enfrentó la peste bubónica cambiaron la forma en que una persona media veía la muerte. Cuando la enfermedad y la muerte se convirtieron en una cruda realidad durante la epidemia de peste, la muerte se convirtió en un tema común en el arte. La Danse Macabre o la “Danza de la Muerte” se convirtió en un motivo común en las obras de arte durante y después de la Peste Negra en Europa. Representaba a hombres y mujeres de todos los rangos sociales “bailando” con figuras esqueléticas que representaban la muerte.
La imagen más popular que surgió en la iconografía fue quizás la de la Parca, una figura esquelética con un manto negro con capucha y que porta una guadaña; una herramienta compuesta por una larga hoja curvada sujeta en ángulo a un largo mango. El manto negro de la Parca puede ser visto como un presagio de mala suerte y de fuerzas malignas. Su larga guadaña sobredimensionada es la herramienta con la que cosecha las almas. Muchas pinturas muestran a la muerte blandiendo la guadaña a través de una multitud de personas, segando las almas como si fueran grano. A veces, la Parca también se mostraba con un reloj de arena, lo que podría simbolizar la noción de que “el tiempo se ha agotado” para la persona muerta cuya alma está cosechando la Parca.
EL PRIMER CASO FORMAL DE CUARENTENA
Mientras la peste negra causaba estragos en Europa, había impotencia y falta de métodos científicos o de otro tipo para entender la enfermedad. Sin embargo, se entendía que la peste tenía algo que ver con la proximidad y que era una infección contagiosa.
Un acontecimiento interesante tuvo lugar en Venecia, cuando algunos funcionarios con visión de futuro a cargo de la ciudad portuaria de Ragusa, decidieron mantener aislados a los marineros recién llegados hasta que pudieran demostrar que no estaban enfermos. Esto se denominó trentino (30 días) en la legislación veneciana y exigía que los marineros permanecieran en el barco durante 30 días. Con el tiempo, el periodo de aislamiento forzoso se incrementó a 40 días o un quarantino, lo que se convirtió en el origen de la palabra cuarentena y el comienzo de su práctica en el mundo occidental.
HAY RETOS Y EXPLICACIONES CIENTÍFICAS ALTERNATIVAS PARA ELLO
La teoría de que la Yersinia Pestis es el agente causante de la Peste Negra ha sido ampliamente aceptada por la comunidad científica. Sin embargo, hay algunos investigadores que siguen dudando de esta creencia tan arraigada.
Una investigación publicada en 1984 por Graham Twigg desestimó la opinión establecida y afirmó que la Peste Negra podría haber sido en realidad una epidemia de ántrax pulmonar causada por el Bacillus anthracis. En 2002, Samuel K. Cohn presentó un argumento que señalaba cinco puntos débiles importantes en la teoría de la peste bubónica.
Además, en 2001, Susan Scott y Christopher Duncan propusieron la teoría de que la Peste Negra podría haber sido causada por un virus similar al Ébola, y no por una bacteria. Ha habido argumentos y contraargumentos, pero muchas preguntas relacionadas con la pandemia aún no han sido respondidas satisfactoriamente.
LA PESTE NEGRA FUE VISTA COMO UN CASTIGO DE DIOS
La falta de comprensión de la Peste Negra y el predominio de un fuerte sentimiento religioso en la Europa medieval les llevó a dar explicaciones religiosas. Desde el punto de vista bíblico, la peste siempre fue vista como un medio de castigo divino por parte de Dios, siendo el ejemplo clásico de esto las Diez Plagas traídas contra los egipcios cuando el Faraón se niega a liberar al pueblo de Dios.
Así, muchos creían que la epidemia era una especie de castigo divino por los pecados de la sociedad como la lujuria, la avaricia, la blasfemia, el orgullo, la envidia y la herejía. Estas creencias y teorías estaban muy extendidas y resultaron perjudiciales para algunos. Los herejes, los leprosos, los extranjeros y los judíos pronto se convirtieron en objetivos y fueron asesinados en gran número.