El Algarve es un destino relativamente caro dentro de Portugal, aun así, vamos a ver algunos consejos para que nuestras vacaciones no se disparen en precio.
Cómo llegar al Algarve de manera económico
El primer consejo es el más obvio: evita la temporada alta. Por supuesto, los meses de julio y agosto son las épocas más caras del año para viajar al Algarve. Venir al Algarve fuera de temporada suele ser mucho más barato y, con más de 300 días de sol al año en el Algarve, puedes estar bastante seguro de tener cielos azules en cualquier época del año.
Una manera muy interesante de recorrer el Algarve es llevando nuestro propio coche. Así no tenemos que depender de los medios de transporte públicos. Sin embargo, dependiendo de nuestro punto de origen, puede ser recomendado volar y usar transporte público, o volar y alquilar un coche. Si los vuelos a Faro son muy caros, podemos analizar volar a Sevilla, Lisboa u Oporto. Desde allí podemos alquilar un coche o ir en tren o autobús. Eso sí, ten en cuenta los peajes, por ejemplo, el peaje de Oporto hasta el Algarve ronda los 60 euros para un turismo.
Actividades gratuitas en el Algarve
Ferias y fiestas en la calle
Únete a los locales y participa en las mejores fiestas callejeras del Algarve:
- Black & White Night, Carvoeiro (normalmente en junio): fiesta callejera anual con motivo del solsticio de verano que abarrota las calles de la pintoresca Carvoeiro. Esta gran fiesta con DJs en directo y artistas callejeros se considera el comienzo no oficial del verano y el código de vestimenta es… blanco y negro.
- Noche Blanca de Loulé, Loulé (31 de agosto): el verano llega a su fin en Loulé con la Noche Blanca. Todo el centro de la ciudad se viste de blanco para despedir el verano, con un fantástico cartel de DJs y grupos durante toda la noche.
- Carnaval SITA, Alvor (mayo): lo que comenzó como un evento privado se ha convertido en una de las fiestas callejeras más grandes y populares del Algarve. Los lugareños esperan con impaciencia el desfile de carnaval de SITA - Soul in the Algarve Street Party - y se disfrazan para participar en la fiesta.
- Festival del Contrabando, Alcoutim (marzo): dura tres días, es un guiño a las tristemente célebres historias de contrabando que supuestamente tenían lugar entre España y Portugal a través del río Guadiana. Se trata de un animado evento que tiene lugar el último fin de semana de marzo, con espectáculos artísticos y culturales y un sinfín de puestos de comida, artesanía y entretenimiento callejero.
Playas
Obviamente, no pueden faltar las playas del Algarve. Algunas son largas extensiones de arena dorada, otras pequeñas calas rodeadas de espectaculares formaciones rocosas y altos acantilados, con aguas turquesas que atraen a los bañistas. Las playas del Algarve se encuentran entre las mejores de Europa y son de acceso gratuito.
Manantiales naturales
No son de agua caliente, pero sí de agua cristalina y refrescante en un caluroso día de verano. El Algarve está salpicado de numerosas y pintorescas fuentes naturales, como la cascada Pêgo do Inferno (Pozo del Infierno) en Santo Estêvão (Tavira), los manantiales naturales de Estômbar, las famosas Fontes (fuentes) de Monchique y los manantiales de Alte.
Más hacia el interior se encuentra el menos conocido manantial de Benémola, en el campo entre Quarença y Tôr (Loulé). Estos parajes suelen estar equipados con mesas de picnic y barbacoas, además de estar bordeados por paseos panorámicos, por lo que sólo tiene que traer un picnic y una toalla, y disfrutar de una alternativa a la playa.
Presas
Para otra alternativa a un día de playa, diríjase a una de las seis grandes presas del Algarve. Llévese un hinchable o una colchoneta, un buen libro y algo cómodo para sentarse o tumbarse (ya que la zona que rodea la presa suele ser de pizarra), y disfrute de las aguas tranquilas como espejos de agua que se calientan agradablemente a finales de verano.
- La presa de Odiáxere/Bravura, en el Algarve occidental (Lagos), es un lugar tranquilo y pintoresco a 15 minutos en coche de Lagos.
- La presa de Odelouca, que se extiende entre las regiones montañosas de Monchique y São Marcos da Serra, es un oasis aislado lejos de la costa, mientras que en el condado de Silves se encuentran las populares presas de Funcho y Arade.
- Más al este, hacia la frontera española, están las presas de Odeleite y Beliche, en Castro Marim, que desembocan en el río Guadiana, que divide Portugal de la vecina España. Son lugares salvajes, no equipados para atender a los bañistas, así que no espere encontrar socorristas, aseos, duchas o bares y cafeterías en el lugar. Pero si lo que busca es tranquilidad y naturaleza virgen, estos son los lugares que debe visitar. A menudo se puede encontrar a los lugareños disfrutando de las presas con barbacoas y kayaks, y la mayoría lo convierten en una excursión de un día con la familia.
Mercados
Para sentir realmente el ajetreo y el bullicio del estilo de vida portugués, acuda a un mercado local de agricultores o a un mercado municipal.
Para empezar con uno de los mercados más emblemáticos del Algarve, diríjase a Loulé. Las cúpulas de inspiración árabe y los adornos rosas han hecho de este mercado un lugar emblemático. Todos los sábados se llena de vida cuando se celebra el mercado agrícola local, en el que se exhiben montones y montones de productos cultivados en la zona. Flanqueado por pintorescas calles adoquinadas y a la sombra del castillo de Loulé, el mercado también cuenta con varios puestos de comida, donde los visitantes pueden degustar la gastronomía local. Inaugurado en 1908, hoy en día el mercado también vende productos regionales listos para llevar, como mermeladas y mieles, licores y embutidos.
Si lo suyo es el pescado, el mercado de Olhão es el lugar ideal. Repleto de todo tipo de pescado recién capturado, es un hervidero de actividad que encarna a la perfección la historia marinera de Olhão.
Senderismo
Vaya a Monchique y tómese una foto en el punto más alto del Algarve: Pico da Fóia. Con 902 metros, en un buen día Fóia ofrece increíbles vistas panorámicas sobre el Algarve, desde Lagos hasta Albufeira y más allá, y toda la costa entre medias.
Si no queremos subir una montaña, podemos aprovechar a recorrer algunas de las Passadiças o pasarelas de madera que ofrencen a los visitantes rutas de senderismo pintorescas y seguras. Una de las más populares y grandes del Algarve es la inmensa pasarela de Alvor, de más de seis kilómetros, que conecta la playa de Três Irmãos con la laguna de Ria. El paisaje en ruta varía desde humedales pantanosos salpicados de barcas y aves hasta amplias vistas de Meia Praia y Lagos, y de vuelta a lo largo de la dorada costa de Alvor.
Un poco más al este de la costa, en el pueblo de Carvoeiro, se encuentra otro impresionante paseo sobre los acantilados, el paseo marítimo de Algar Seco, que comienza en la formación rocosa de Boneca y se extiende a lo largo de los acantilados hasta el bonito fuerte de Nossa Senhora da Encarnação. Asegúrese de llevar una cámara, ya que las vistas de la costa a lo largo de este paseo marítimo son increíbles. En el Algarve oriental, un nuevo paseo de unos tres kilómetros bordea la playa de Monte Gordo.