¿Qué es la Costa de Prata?
La Costa de Prata, o Costa de Plata de Portugal, es un litoral de unos 240 km de playa de surf, pequeñas ciudades pesqueras y puertos en la costa atlántica.
La Costa de Plata está situada en el centro de Portugal (Centro), y se extiende desde el norte de Lisboa y al sur de Oporto. Más concretametne hasta la localidad de Aveiro.
Alberga exquisitas playas, montañas y ciudades. Y, como está situada entre dos grandes ciudades con aeropuertos, su comunicación con el resto de Europa es bastante buena
Hay una gran variedad de recursos naturales, pero también una amplia oferta cultural y gastronómica, por lo que no será difícil encontrar playas, castillos, reservas naturales y pueblos históricos, muchos de ellos clasificados como patrimonio de la UNESCO. El clima es agradable, con inviernos tranquilos y veranos templados. Hay mucho que ver, apreciar y disfrutar en esta región que está muy cerca de Lisboa.
Además de ciudades costeras como Nazaré y Peniche, cuenta con localidades del interior como Torres Vedras, Óbidos y Coimbra. A pesar de su nombre, la Costa de la Plata ofrece regiones rurales montañosas como la Serra da Estrela. Aunque su mayor fama proviene de sus magníficas playas, aunque de agua fría.
El principal atractivo de pasar una temporada en esta zona es su tranquilidad y serenidad. Aunque está a sólo unos 100 km de Lisboa, la Costa de Prata recibe muchos menos visitantes que las playas del Algarve, por ejemplo. Lugares como la Praia do Pedrogão y la Praia Osso da Baleia apenas están abarrotadas, incluso en la temporada alta de turismo de julio y agosto.
Climatología
La Costa de la Plata tiene un clima templado con veranos cálidos e inviernos suaves y lluviosos. Cuanto más cerca de la costa, mayor es la humedad, y cuanto más al norte nos encontremos, más freco será el clima.
En Coimbra, por ejemplo, se encuentra en el interior aproximadamente a mitad de camino entre Oporto y Lisboa; y las temperaturas típicas son de unos 25-30℃ en verano durante el mes de agosto, mientras que en los meses más fríos, de diciembre a febrero, descienden a 10-15℃.
¿Qué hacer en la Costa de Plata?
Playa y surf
Las brillantes aguas del Atlántico dan nombre a la Costa de la Plata y las actividades de playa y mar ocupan un lugar destacado en la lista de cosas que hacer. Tanto si buscas grandes olas, como un día en aguas abiertas navegando o tomando el sol en la orilla, hay muchos lugares y actividades que practicar.
- Las ciudades de Nazaré y Peniche son famosas por sus fantásticas playas y complejos turísticos
- Playa de Baleal: ideal para practicar el surf, los principiantes son bienvenidos
- Foz do Arelho: la playa por excelencia de la Costa de la Plata, con una laguna protegida para las familias
- São Martinho do Porto: sus aguas tranquilas son ideales para nadar
- Playa principal de Nazaré: tomar el sol y disfrutar de una excelente gastronomía en un litoral emblemático
Gastronomía
La proximidad del océano significa que en la Costa de la Plata nunca faltará el marisco y el pescado fresco. Con innumerables restaurantes familiares auténticos, establecimientos de alta cocina, cafés y bares, la buena comida nunca está lejos. Algunas de las deliciosas especialidades de la Costa de la Plata son:
- Polvo à Lagareiro: pulpo asado servido con abundante aceite de oliva, ajo y patatas
- Favada à Portuguesa: habas y cerdo
- Sardinhas Grelhadas: sardinas a la parrilla o a la brasa
- Caldo Verde: sopa de patatas y col rizada
Por supuesto, si buscas algo dulce, no puede faltar el omnipresente pastel de nata, la tarta de crema portuguesa. Esta tarta de huevo envuelta en hojaldre es conocida en todo el mundo como una delicia sencilla y deliciosa.
También podremos ir a catar vinos en las distintas regiones productoras de vino de la zona.
Otras actividades
- Praia D’El Rey y Royal Óbidos ofrecen algunas experiencias estelares de golf
- Explorar las calles de Caldas da Rainha, Coimbra o Bombarral
Ciudades importantes
- Las principales ciudades del litoral de la Costa de Prata, de norte a sur, son Aveiro, Figueira da Foz, Nazaré y Peniche.
- En el interior se encuentran Leiria, Óbidos y Caldas da Rainha, y frente a la costa de Peniche se encuentra la isla de Berlengas, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Aveiro
Aveiro es conocida como la “Venecia portuguesa” por los canales que atraviesan la ciudad y los tradicionales “moliceiros” que los navegan. No querrá perderse los edificios art nouveau que se ven desde el canal principal, ni tampoco caminar hasta la Ría de Aveiro y darse un chapuzón en la Playa de la Barra o visitar la reserva de las Dunas de São Jacinto. En cuanto a la arquitectura, destacan la Catedral de Aveiro, la Iglesia de la Misericordia y el Museo Art Nouveau.
La antigua estación de tren es otro lugar interesante, así como el Museo de Aveiro. Las playas locales son conocidas por sus amplias extensiones de arena blanca, así como por sus excelentes condiciones para el surf y las casas tradicionales que servían de apoyo a la importante industria pesquera. En cuanto a la gastronomía, no querrá perderse los pescados y mariscos de la zona, ni los especiales ovos-moles y sorbetes de postre.
Ílhavo
Es imprescindible visitar Ílhavo, a sólo seis kilómetros de Aveiro. Se trata de un pueblo de pescadores, que conserva un fuerte vínculo con la pesca del bacalao. No deje de ir al Museo Marítimo y al Barco Museo Santo André, un antiguo arrastrero de pesca de bacalao. La iglesia principal, el Museo de Vista Alegre y la Playa de la Barra son probablemente los puntos de interés más importantes, así como las rutas de senderismo disponibles, como la ruta de las Padeiras, la del Río y el Mar y la del Río y el Bosque.
Mira
Mira cuenta con una de las mejores playas de Portugal (Praia de Mira), que ostenta de forma única la bandera azul desde hace al menos 30 años consecutivos, lo que merece por sí solo un viaje a la Costa de Prata.
Figueira da Foz
Hacia el sur se encuentra Figueira da Foz, conocida como la Reina de la Costa de la Plata, en la desembocadura del río Mondego. Además de las maravillosas playas (con la playa de la Claridade a la cabeza), es difícil elegir qué visitar, pero hay algunos lugares que no se pueden ignorar, como la Fortaleza de Buarcos, el Fuerte de Santa Catarina, el Centro del Museo del Mar, el Dolmen de Carniçosas, el Monasterio de Santa María de Seiça, la Fortaleza y el edificio del Ayuntamiento. La visita al Cabo Mondego, que es una zona protegida, y al Faro constituirán una excursión inolvidable, posiblemente sólo superada por la calidad de los alimentos frescos y las carnes a la brasa que componen la gastronomía local.
Leiria
Aún más al sur, la siguiente ciudad importante que hay que visitar es Leiria, con su maravilloso castillo. El monumento nacional alberga también el centro de museos y ofrece una vista panorámica de la ciudad. Otros lugares son la Catedral, la Iglesia y el Convento de San Francisco, el Convento de San Agustín, la Casa dos Pintores y el Museo Agrícola local D. Julinha. Las carnes locales y los quesos de oveja y cabra son los puntos fuertes en cuanto a la gastronomía.
São Pedro de Moel
Un poco más al sur se encuentra São Pedro de Moel, uno de los lugares más encantadores de la Costa de Prata y una visita obligada para los amantes de la arena y el mar, con sus acantilados y el Faro de Penedo da Saudade. La belleza de los acantilados y del océano, que suele ser más tranquilo aquí, se puede disfrutar mejor desde el carril bici que recorre la costa.
Batalha
No puede visitar Batalha sin hacer una parada para ver el Monasterio de Santa Maria da Vitória, más conocido como Mosteiro da Batalha, uno de los ejemplos más impresionantes de arquitectura gótica de toda la Península Ibérica, encargado por el rey Juan I de Portugal tras su victoria en la batalla de Aljubarrota, que aseguró la independencia de Portugal de Castilla.
Clasificado como patrimonio de la humanidad por la Unesco, fue sede de la Orden de los Dominicos durante más de 600 años y es un importante hito de la arquitectura y la historia portuguesas. La región también es conocida por sus molinos de viento, la iglesia parroquial de Nossa Senhora dos Remédios y la escarpa de falla de Reguengo do Fetal.
Porto de Mós
Muy cerca, Porto de Mós es un tesoro de sorpresas culturales, empezando por el Castillo de Porto de Mós, que se alza en lo alto de una colina y tiene forma de pentágono con vértices reforzados e impresionantes torres. Este monumento nacional está muy bien conservado y ofrece fantásticas vistas de los alrededores. Sin embargo, éste no es el único atractivo que hace de Porto de Mós un lugar para visitar en la Costa de Prata.
La calzada romana, el Centro de Interpretación de la Batalla de Aljubarrota, donde podrá aprender todo sobre este importante momento de la historia, las Cuevas de Mira de Aire (las más grandes de Portugal) y la Playa Jurásica de São Bento representan gran parte de la variedad que puede encontrar aquí. Y no se vaya sin probar la tradicional repostería regional de Mira d’Aire.
Alcobaça
En esta localidad se encuentra el famoso Monasterio de Alcobaça, también conocido como Real Abadía de Santa María, fundado a mediados del siglo XII por los cistercienses, por orden de D. Afonso Henriques tras la conquista de Santarém a los moros, que sigue siendo uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de Portugal. El Patrimonio de la Humanidad alberga los sepulcros de los reyes D. Pedro y D. Inés de Castro, que son en sí mismos buenos ejemplos de la maestría de la escultura funeraria gótica. También merece la pena visitar el Castillo de Alcobaça, el Museo del Vino y los palacios de finales del siglo XIX y principios del XX.
Nazaré
Nazaré se encuentra en la Costa de Prata y es un lugar de singular belleza que recientemente se ha hecho famoso por las olas gigantes que atraen a los surfistas profesionales y a otros aficionados. Tiene una rica historia y tanto los lugareños como la arquitectura tienen características tradicionales.
Originalmente un pueblo de pescadores, ya era famoso por las nazarenas con sus tradicionales vestidos de “sete saias” y las pequeñas embarcaciones desde las que venden pescado fresco. En cuanto a la gastronomía, su apuesta más segura es el marisco, que es lo más fino que se puede encontrar. En invierno, pruebe una caldeirada, el tradicional guiso de pescado que hace que los aficionados vuelvan a por más.
São Martinho do Porto
Situada entre Nazaré y Óbidos, la ciudad de São Martinho do Porto alberga una de las playas más bellas del país, con una bahía en forma de concha perfecta, única en Portugal y en Europa. El rey D. Carlos solía decir que no conocía nada tan bonito como São Martinho do Porto y lo cierto es que el lugar aún no ha sido invadido por los turistas y ha mantenido su encanto original.
El centro histórico de la ciudad es precioso y querrá visitar la iglesia principal, la Capilla de Santo António, pero la mayor expresión de esta localidad está representada por la Playa de São Martinho, las ruinas y la duna de Salir do Porto, el Belvedere, el Faro del Morro de Santo António y el Belvedere de la Plaza José Bento da Silva. Ya sea para pasar las vacaciones o para vivir, São Martinho do Porto representa definitivamente una alternativa a tener en cuenta, por ser a la vez tranquila y llena de vida.
Caldas da Rainha
Las aguas locales, ricas en azufre, propiciaron la creación de un hospital termal en la Edad Media para tratar problemas óseos y cutáneos. Caldas da Rainha está a pocos minutos de algunas de las mejores playas de la región y cuenta con algunos edificios históricos muy importantes. En cuanto a la oferta cultural, el lugar de honor lo ocupa la mundialmente famosa cerámica de Bordalo Pinheiro.
Foz do Arelho
Situada en la Laguna de Óbidos, Foz do Arelho es uno de los lugares que hacen de la Costa de Prata una región fantástica para visitar en Portugal, con sus aguas azules y sus playas tranquilas y apacibles. Se trata de uno de los lugares más bellos de Portugal y hay que visitar lugares como el Penedo Furado, la playa de Foz do Arelho, la Praia do Mar, la Fonte dos Namorados, el Palacete do Visconde y, por supuesto, la propia laguna de Óbidos, ideal para la práctica del windsurf y el kitesurf, que desemboca en el Atlántico, donde la playa es un destino de surf muy solicitado. En cuanto a la gastronomía, el pescado es, obviamente, la mejor opción, impresionantemente fresco y que hace las delicias de quienes lo prueban.
Óbidos
Considerada una de las siete maravillas de Portugal, Óbidos es una de las ciudades más pintorescas de Portugal y acoge cada año una feria medieval, una feria del chocolate y una villa navideña. Fundada en la Edad Media, ostenta con orgullo un castillo que es monumento nacional, cuyas murallas rodean la ciudad con sus estrechas calles decoradas con flores que dan testimonio de un pasado que sigue presente.
Asegúrese de tomar un trago de ginginha en taza de chocolate, una de las principales tarjetas de visita de la ciudad. Entre los monumentos destacan la Casa do Arco da Cadeira, las iglesias de São Pedro, Santa Maria y Misericórdia, que requieren tiempo para ser apreciadas en su totalidad, al igual que el Santuario del Senhor Jesus da Pedra y la Capilla de São Martinho.
Peniche
Peniche, que antes era una isla, está ahora unida al continente por un estrecho istmo con playas a ambos lados. La Fortaleza fue en su día una notoria prisión durante la época de Salazar. Ya no alberga a ningún preso político, sólo un museo. Hay otro parque acuático en Peniche -Sportagua- con un camping y caravanas y varios hoteles, como el MH Peniche, que está cerca.
La ciudad cuenta con transbordadores a Ilha Berlenga, a 10 km de la costa. Al norte se encuentra Baleal, una estrecha península que se adentra en el Atlántico y está flanqueada por algunas playas preciosas. Una visita al Cabo Carvoeiro no puede faltar, al igual que el Baleal, una encantadora isla de calles estrechas y casas típicas que permite pasar unas vacaciones perfectas en familia. Coja el barco hasta la isla de Berlenga, una reserva natural de aguas cristalinas ideal para navegar, bucear o simplemente disfrutar de la tranquilidad que caracteriza a la Costa de Prata.
Sin embargo, Peniche ha ganado su popularidad por ser un excelente destino de playa y mucho surf, donde se encuentran algunas de las playas de olas más famosas de Portugal, como Supertubos, que atrae a surfistas de todo el mundo.
Vivir en la Costa de Plata
Cuando la gente piensa en vivir en Portugal, los primeros lugares que suelen venir a la mente son Lisboa, Oporto y el Algarve. Todas ellas son grandes opciones, pero la Costa de la Plata ofrece una atmósfera relajada, un coste de vida asequible y una comunidad amable y auténticamente portuguesa, todo ello con fácil acceso a las ciudades más grandes cuando se necesita.
¿Cuál es el mejor lugar para vivir en la Costa de la Plata?
La mejor ubicación es muy subjetiva. Muchos expatriados hacen un viaje a lo largo de la zona para visitar los distintos pueblos y decidir el destino de sus sueños.
Si le gusta tener fácil acceso a una gran ciudad como Lisboa, lugares como Peniche, Torres Vedras o Santarem están a sólo una hora de distancia. En el norte, las zonas cercanas a Oporto son Ovar y Aveiro.
Coimbra es un lugar estupendo y céntrico situado más al interior, pero si prefiere la vida de playa, acérquese un poco más a la costa, a Figuera da Foz.
Hay muchas ciudades y pueblos más pequeños a lo largo de la Costa de la Plata, todos ellos ofreciendo variaciones de la vida en Portugal. He aquí algunas consideraciones a la hora de decidir dónde vivir:
- Clima: las zonas del norte suelen ser más frescas, y vivir en el interior será más cálido que en la costa.
- Distancia a las grandes ciudades: si lo que busca es la comodidad de una gran ciudad cerca de casa, asegúrese de vivir cerca de Lisboa u Oporto.
- Distancia a los servicios: considere la ubicación de los hospitales y el acceso a los servicios necesarios.
- Terreno: quizá prefiera vivir junto al mar o busque un ambiente más campestre.
- Ritmo de vida: las ciudades más pequeñas suelen ser más lentas y relajadas
Cómo llegar a la Costa de Prata
Viajar en tren en Portugal
Tanto Leiria como Caldas da Rainha son buenos lugares para empezar a explorar la Costa de la Plata si se viene en transporte público desde Lisboa. Ambas son bastante céntricas y le permiten elegir entre ir al norte o al sur de la costa. Alquilar un coche en cualquiera de los dos lugares puede ser una buena idea para profundizar en la región.
Llegar a la estación de Caldas da Rainha en tren desde Lisboa es más lento y menos directo que en autobús. El tren desde Lisboa suele requerir cambios en Agualva-Cacem y Mira Sintra-Melecas. Sin embargo, hay un tren directo. La duración del viaje es de unas 2 horas a 2 horas y media desde Sete Rios.
Hay trenes en la línea a Óbidos, Sao Mamede, Paul, Bombarral, Torres Vedras y Mafra desde Caldas en dirección sur. Hacia el norte, en la Linha do Oeste, están Salir do Porto, Sao Martinho do Porto, Famalicao da Nazaré, Valado y Leiria.
Viajes en autobús
Hay autobuses desde la estación de autobuses de Campo Grande en Lisboa hasta Nazaré con Rodotejo. El viaje dura dos horas y el autobús sale a las 18.20 horas y llega a Nazaré a las 20.25 horas los días laborables, pasando por Óbidos, Caldas da Rainha y Martinho do Porto.
Los autobuses de Rede Expressos desde la estación de autobuses de Sete Rios son más frecuentes. Hay salidas a las 9h, 10h15, 11h, 12h, 14h, 17h, 17h30 y 19h entre semana. Los fines de semana, el último autobús sale a las 20:00 y no a las 19:00. El viaje dura 1 hora y 50 minutos aproximadamente.
Consulte www.rodotejo.pt y Rede Expressos para más detalles.
También hay más autobuses locales a Caldas da Rainha (45 minutos), Óbidos (60 minutos), Leiria (70 minutos), São Martinho do Porto (20 minutos) y Alcobaça (20 minutos). La estación de autobuses está en la Avenida Vieria Guimarães, cerca del paseo marítimo.
Viajar en coche
Desde Lisboa, tome la autopista A1 o A8 en dirección norte hasta Leiria. Se tarda unos 90 minutos por carretera en llegar a la ciudad.
Desde Lisboa, tome la autopista A8 hacia el norte hasta Nazaré. El tiempo de viaje debería ser de 1 hora y 20 minutos, dependiendo del tráfico, desde el aeropuerto de Lisboa para recorrer los 122 km.