De los casi 37.000 McDonald's que hay por el mundo, mucha gente opina que el McDonald’s más bonito está en Oporto, una ciudad costera del noroeste de Portugal conocida por sus preciosas calles adoquinadas y su histórico centro medieval.
Inaugurado en 1995, el restaurante se encuentra en un espacio renovado que antes ocupaba el Café Imperial, una famosa cafetería abierta en la ciudad desde los años 30. La cafetería se consideraba un ejemplo de la arquitectura Art Decó de la época y, por ello, McDonald’s conservó la mayoría de las características arquitectónicas principales cuando se renovó el local.
El McDonald’s está en la Praça da Liberdade 126, 4000-322 Porto. Una ubicación muy céntrica. Entre la Sé de Porto, la Igreja Paroquial de Santo Ildefonso y la Igreja do Carmo. Debido a eso y a su fama se trata de un restaurante bastante concurrido durante todo el día.
Lo primero que llama la atención al acercarse al McDonald’s es el águila gigante de bronce, obra del escultor portugués Henrique Moreira. Cuando el Café Imperial abrió sus puertas en 1936, la entrada tenía una puerta giratoria, pero eso ya no existe.
Cuando entras por primera vez en el restaurante, te das cuenta de los sellos del estilo Art Deco (piensa en el estilo del Empire State Building): los frisos adornados a lo largo del techo, las lámparas de cristal y, lo más famoso, la enorme vidriera detrás del mostrador. La vidriera, realizada por el artista portugués Ricardo Leone, es la pieza central del McDonald’s, como lo fue del Café Imperial. La vidriera representa escenas relacionadas con el café, desde su cultivo y procesamiento hasta el disfrute de una taza de café en una cafetería.
Toda la cafetería fue diseñada originalmente por el arquitecto de origen suizo Ernesto Korrodi, que se trasladó a Portugal a los 19 años, y su hijo Ernesto Camilo. Los frisos, sin embargo, fueron diseñados por Moreira y son visualmente atractivos si te tomas el tiempo de examinar los relieves, que representan diferentes danzas.
Las ornamentadas lámparas de araña son una maravilla para la vista. El McDonald’s Imperial no es, ni mucho menos, el único restaurante de Oporto que cuenta con impresionantes obras arquitectónicas. Inaugurado en 1933, el Café Guarany se encuentra a un par de manzanas de distancia y cuenta con una arquitectura igualmente bella.
En general, la comida es la típica de McDonald’s, pero pienso que merece la pena la visita. Si no te apetece una hamburguesa, puedes pedir un café y una pasteis de nata y disfrutarlo tranquilamente es esta joya arquitectónica. También han adaptado un bocadillo tradicional, la bifana, hecho de cerdo y lo han llamado McBifana.