Situada en las laderas del estuario del Duero, Oporto es una histórica ciudad mercantil, un destino perfecto para disfrutar de una escapada de fin de semana o para pasar 3 o 4 días descubriendo los alrededores.
Oporto está considerada como una de las ciudades más bonitas de todo Portugal y su centro es Patrimonio de la Humanidad. Hay murallas medievales, relucientes iglesias barrocas, las compactas calles del barrio de la Ribeira, la catedral románica y eso es sólo el principio.
El vino de Oporto aún se almacena en bodegas en la orilla sur del Duero, y si sigues el río hasta el océano llegarás al elegante distrito de Foz do Douro para disfrutar de playas y restaurantes de moda.
A continuación, vamos a ver las mejores cosas para hacer en Oporto…
Mejores cosas que ver en Oporto
Cais da Ribeira
La zona ribereña de Oporto, conocida como Cais da Ribeira, es paseo ribereño ideal para hacer fotos. La plaza principal es muy pintoresca, un poco caótica, pero muy divertida para explorar.
Los turistas y los locales se mezclan en una de las zonas con más vida de la ciudad. Hay restaurantes y bares a la vuelta de cada esquina, y éstos también bordean el paseo fluvial.
Desde aquí se tiene una vista perfecta del emblemático Puente de Luis I, y si se atraviesan los soportales hay un confuso laberinto de calles empinadas y escaleras entre casas pintadas de colores pastel en distintos estados de conservación.
El Duero ha recorrido casi 900 kilómetros desde su nacimiento en Castilla y León hasta llegar al Atlántico en Oporto.
Alrededor de la Ribeira se ofrecen cruceros de una hora de duración por unos 15 euros, y su guía le dará algunas indicaciones sobre los almacenes portuarios de la orilla sur, los monumentos de Oporto que se elevan en la orilla norte y los distintos puentes.
Río arriba, en el límite oriental de la ciudad, se encuentra el puente de María Pía, diez años más antiguo que el de Luis I y construido por Gustave Eiffel.
Puente de Luis I
El Puente de Luis I es el principal símbolo industrial de Oporto. Este puente de doble arco metálico se inauguró en 1886. Fue concebido por el ingeniero alemán Théophile Seyrig, cofundador de la empresa Eiffel.
El puente cruza las empinadas y rocosas orillas del Duero y se eleva a casi 45 metros. Desde el nivel superior se tiene una vista de pájaro del Cais da Ribeira, que también es utilizado por el tren ligero de Oporto.
Después podemos subir al Funicular dos Guindais para bajar a la orilla del agua. También podemos cruzar por el piso inferior para los peatones y el tráfico rodado local.
Iglesia de São Francisco
La Igreja de São Francisco, terminada en 1425, es el último monumento gótico de Oporto. Pasera por el ábside para contemplar las largas ventanas lanceoladas es sobrecogedor. Luego volvemos a la fachada principal, donde un portal ornamentado está coronado por un precioso rosetón.
Los interiores fueron redecorados entre los años 1500 y 1700 y cuentan con algunos de los trabajos de madera dorada más lujosos que se puedan imaginar.
Las antiguas bóvedas góticas, las paredes y los pilares están cubiertos por paneles intrincadamente tallados que representan pájaros, querubines y follaje.
Palacio de la Bolsa
El antiguo Palacio de la Bolsa de Oporto se construyó junto a la Iglesia de San Francisco después de que sus claustros se incendiaran durante el Sitio de Oporto en 1832. El exterior se terminó en 1850 y tiene un diseño neoclásico, mientras que los interiores eclécticos fueron decorados hasta principios del siglo XX.
Hay que entrar para comprender la riqueza de la escultura, las tallas decorativas, las yeserías, los frescos, las lámparas de araña y los azulejos.
El Salón Árabe, de estilo morisco y estucado, es casi abrumador, mientras que el monumental Patio de las Naciones está iluminado por un techo octogonal de metal y cristal.
Catedral de Oporto
La Catedral de Oporto, llamada la Sé, es un edificio de aspecto severo que llama la atención desde la parte más antigua de Oporto. Cuando se construyó tenía una función defensiva, como se puede deducir de los contrafuertes, las saeteras y las almenas.
A pesar de haber sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo, la catedral ha conservado grandes piezas de su arquitectura original del siglo XII.
En el interior hay una estrecha nave y un coro románicos que conducen hacia el ábside, que recibió un opulento rediseño barroco en el siglo XVII. El bonito claustro gótico con azulejos también es uno de sus puntos fuertes.
Las vistas desde la explanada de enfrente, el Terreiro da Sé, nos brinda una excelente vista para contemplar los tejados de la ciudad y monumentos como la Torre de la Iglesia de los Clérigos.
Muralha Fernandina
En la zona centro, justo arriba del Puente de Luis I, podemos contemplar un trozo de la muralla del siglo XIV de Oporto. Y aunque pertenece al Patrimonio de la Humanidad, es una atracción poco apreciada por los turistas.
Mientras caminas, los carteles de la UNESCO te darán un poco de información sobre el Oporto medieval. También podemos acceder a las almenas y la entrada la muralla está rodeada por un precioso jardincito con naranjos. Pero lo mejor de todo es que la vista del Duero aquí arriba es inmejorable.
Iglesia de Santa Clara
Construida junto a la sección más prominente de las murallas medievales de Oporto, esta iglesia se terminó de construir en 1457 para reemplazar un convento medieval.
Su historia es similar a la de otros edificios religiosos de la ciudad, ya que sufrió una extravagante actualización en la primera mitad del siglo XVIII.
Sobre el mármol rojo brillan las molduras doradas de las bóvedas y las tallas de madera dorada de las paredes, con un detalle tan minucioso que resulta difícil de asimilar. En Portugal, este estilo se conoce como “Barroco Joanino”, que proviene del reinado de Juan V, cuando el Imperio portugués estaba en la cima de su prosperidad.
Jardins do Palácio de Cristal
En este lugar se encontraba el Palacio de Cristal de Oporto, que duró desde 1865 hasta 1961 y que fue modelado según el monumento de Londres.
Estos jardines fueron concebidos para complementar ese palacio y fueron diseñados por el alemán Émile David. Su diseño sigue vigente, y hay fuentes y esculturas alegóricas a las estaciones.
Los jardines están plantados con gingko, pinos, camelias, rododendros y hayas, y es posible que el camino se cruce con algún que otro pavo real.
En el centro del parque, el antiguo palacio fue sustituido por el semiesférico Pavilhão Rosa Mota, que ha acogido exposiciones en el pasado, pero que está pendiente de renovación.
Iglesia de los Clérigos
La torre de esta iglesia barroca, de 75,6 metros de altura, puede verse desde casi todo Oporto y fue el edificio más alto del país cuando se terminó de construir.
Es un bello monumento, con delicadas tallas en toda su altura y un reloj tan alto que hay que dar unos pasos atrás para poder leerlo bien.
Fue la última sección de la iglesia en completarse y data de 1763, con un diseño inspirado en los campaniles de la Toscana.
Si no te importa la cola y los 240 escalones, puedes subir arriba para ver una completa panorámica de la ciudad.
Plaza de la Libertad
La Praça da Liberdade es un gran espacio abierto que, junto al bulevar de Santo Ildefonso, parece un mundo aparte de las estrechas calles del Cais da Ribeira.
La Praça da Liberdade se trazó como un nuevo trazado urbano en el siglo XVIII y está delimitada al sur por el neoclásico Palácio das Cardosas, un convento del siglo XVIII convertido en hotel.
En la plaza encontraremos la famosa estatua ecuestre de Pedro I de Brasil, recordado como reformador democrático.
Las calles de los alrededores son algunas de las más elegantes de la ciudad, con imponentes edificios civiles, boutiques de diseño y el Café Majestic de la Belle Époque en la Rua Santa Catarina.
Casa de la Música
La Casa da Musica es una sala de conciertos inaugurada en 2005, un tesoro moderno en el paisaje urbano de Oporto. El arquitecto holandés Rem Koolhaas supervisó el diseño junto con empresas de escenografía y acústica de alta tecnología.
Es una de las pocas salas de música que merece la pena ver también cuando no hay nadie tocando.
Se puede visitar el recinto, con capacidad para 1.300 personas, que ha roto las reglas del diseño de auditorios y tiene dos paredes totalmente de cristal.
Algunos días podrás escuchar a la orquesta ensayando, y si eso te abre el apetito por la alta cultura, puedes vestirte de gala por la noche para escuchar a solistas famosos y a la orquesta sinfónica de Oporto.
Museo y Villa de Serralves
En el oeste de Oporto encontramos la Casa de Serralves, una elegante propiedad de estilo Art Decó construida entre 1925 y 1944 y en la que se contrató a diseñadores como Charles Siclis y René Lalique para elaborar los interiores. La villa se asoma a un suntuoso terreno en terrazas con avenidas arboladas, topiarios, céspedes reglamentados y pérgolas.
Al otro lado del parque se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo, inaugurado en 1999 para albergar exposiciones temporales de alto nivel. Suele haber cuatro o cinco al mismo tiempo, de figuras actuales y pasadas del arte moderno y contemporáneo, desde Joan Miró hasta Liam Gillick.
Casa-Museo Guerra Junqueiro
Guerra Junqueiro fue un influyente autor y poeta cuyos escritos ayudaron a marcar el tono de la Revolución Portuguesa de 1910, que abolió la monarquía.
En 1940 su finca en el barrio medieval fue donada a la ciudad y se convirtió en un museo en su honor.
No es necesario ser un experto en literatura portuguesa para disfrutar de esta exquisita casa y jardín barrocos.
Guerra Junqueiro también tenía un gusto por las cosas más finas, y acumuló finas vajillas de cerámica de Nuremberg, loza de Viana do Castelo, muebles de felpa y una variedad de arte religioso que incluye una maravillosa orfebrería.
Livraria Lello
El edificio de la librería Lello se remonta a 1906, aunque el negocio actual es mucho más antiguo, y la tienda suele estar considerada como una de las mejores del mundo.
Gran parte de esto se debe a la arquitectura, tiene un diseño Art Nouveau, con muchos guiños al gótico en sus tracerías, murales y pináculos de la fachada. La sinuosa escalera se ha convertido en una de las más famosas de Instragram.
Iglesia de Carmo
La Igreja do Carmo, un poco más joven que las elaboradas iglesias barrocas de Oporto, tiene una arquitectura rococó de los años 1750-60.
Sin embargo, lo que deslumbra a las multitudes es la fachada lateral de la plaza de Carlos Alberto. Salvo la cantería que adorna las ventanas y el suelo, esta pared está cubierta por completo de azulejos azules y blancos.
Estos azulejos forman una gran imagen que transmite los orígenes de la Orden Carmelita y del Monte Carmelo en Israel.
Museo Nacional Soares dos Reis
El Museo Nacional Soares dos Reis se fundó en 1833 como una exposición de arte religioso confiscado en los conventos portugueses.
Muchas de estas piezas todavía se exponen, mientras que gran parte del arte anterior fue tomado de los seguidores del depuesto rey Miguel I. Lleva el nombre de António Soares dos Reis, un escultor del siglo XIX de Vila Nova de Gaia, en la orilla sur del Duero.
Aquí hay algunas piezas de Soares dos Reis, así como de otros célebres pintores y escultores portugueses como Silva Porto, Vieira Portuense, Domingos Sequeira y Miguel Ângelo Lupi.
Faro de Foz do Douro
El Faro de las Felgueiras está situado en la desembocadura del Duero. Este guió a los barcos que entraban y salían del Duero durante 120 años antes de ser desactivado en 2009.
Desde allí podremos disfrutar de un largo paseo marítimo con palmeras y pinos, y una famosa pérgola que quizá reconozca si ha estado en Niza. La Pergola da Foz se instaló en los años 30, ya que la esposa del alcalde se enamoró de la que había en el Paseo de los Ingleses.
La zona de Foz do Douro es uno de los barrios de moda de la ciudad, y es un lugar excelente para disfrutar paseando tanto de día como de noche.
Subida al puente de la Arrábida
El último puente del Duero antes del Atlántico es el Ponte da Arrábida, inaugurado en 1963. Cuando se terminó, tenía la mayor luz de un puente de arco de hormigón del mundo, y hoy 136.000 coches cruzan la estructura cada 24 horas.
Ahora bien, aunque esta información sea interesante, lo que realmente ha puesto a la Arrábida en el mapa es la nueva actividad de escalada del puente. Hay una actividad que nos permite trepar por el puente. Nos equiparán con un equipo de seguridad y luego nos ataremos a una cuerda de seguridad, antes de subir por el arco bajo el cruce de la carretera.
Parque de Cidade
El Parque de Cidade es el mayor parque urbano de Portugal, se extiende por 83 hectáreas y llega hasta el oeste del Forte de São Francisco Xavier, del siglo XVII, junto al Atlántico.
Después de pasar horas zigzagueando entre las multitudes, si necesitas un lugar para relajarte, ven a estos frescos pinares.
Un motivo de todo el parque son los montones de piedras de granito rectangulares que parecen antiguos cimientos. También puedes utilizar el Parque de Cidade como un desvío verde en tu camino hacia la Praia do Matosinhos.
Playa de Matosinhos
En los alrededores de Oporto, a pocos minutos de la ciudad, tenemos algunas de las playas periféricas. Tenemos al menos 10 para elegir y en muchas de las cuales ondea la bandera azul cada año.
Una de mis preferidas es Matosinhos, justo después del Parque de Cidade. Podemos ir andando desde Foz o en metro desde el centro de Oporto. Se trata de una enorme playa de arena que parece no tener límites cuando la marea está baja. En ella nos podemos bañar, aunque el agua está fresquita, o practicar deportes de agua como surf, windsurf, etc.
Si te apetece viajar un poco no descarte la localidad de Miramar, que tiene una bonita capilla del siglo XVII en las rocas entre sus enormes playas de arena dorada.
Visita bodegas vinos de Oporto
El vino Oporto cuenta con fama mundial. Algunas bodegas, como Real Companhia Velha, Caves Sandeman y Taylor’s Port, tienen una historia que se remonta a cientos de años y cuentan con museos que documentan su historia.
En cuanto al vino, se fortifica añadiendo aguardiente de uva, que detiene la fermentación y ayuda al oporto a mantener su sabor dulce.
A partir de ahí, se almacena en barricas de roble durante un periodo que oscila entre los dos años y las cuatro décadas, dependiendo del estilo.
Una visita recomendada es a las bodegas de la Real Companhia Velha que están situadas en la orilla sur del Duero.
Fiesta de San Juan
Corta pero dulce, la Festa de São João de Oporto dura sólo una noche, el 23 de junio (víspera de San Juan). Para conmemorar a su santo patrón, jóvenes y mayores salen a la calle a golpearse con mazos.
Si eso suena siniestro, se trata de ligeros juguetes de plástico que emiten un chirrido insulso. Así que el aire se llena de este ruido mientras los desconocidos se atacan unos a otros, todo en nombre de la buena diversión.
Para los adultos, la fiesta comienza la tarde del 23 y puede que no termine hasta el amanecer de la mañana siguiente, después de los fuegos artificiales, las sardinas asadas, la música en directo, la bebida y muchos bailes.