La Capilla Sixtina (en italiano la Cappella Sistina) es una capilla del Palacio Apostólico, en la Ciudad del Vaticano y residencia oficial del Papa. Originalmente conocida como Cappella Magna (‘Capilla Mayor’), la capilla toma su nombre del Papa Sixto IV, que la mandó construir entre 1473 y 1481.
Desde entonces, la capilla ha sido un lugar de actividad papal tanto religiosa como funcional. En la actualidad, es la sede del cónclave papal, el proceso por el que se elige al nuevo Papa. La fama de la Capilla Sixtina reside principalmente en los frescos que decoran su interior, sobre todo el techo de la Capilla Sixtina y El Juicio Final, ambos de Miguel Ángel.
Curiosidades de la Capilla Sixtina
Miguel Ángel no quería tener nada que ver con el techo de la Capilla Sixtina
En 1508, Miguel Ángel, de 33 años de edad, trabajaba intensamente en la tumba de mármol del Papa Julio II, una pieza relativamente oscura que ahora se encuentra en la iglesia de San Pietro in Vincoli de Roma. Cuando Julio le pidió al estimado artista que cambiara de trabajo y decorara el techo de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel se resistió. En primer lugar, se consideraba más escultor que pintor, y no tenía ninguna experiencia con los frescos. Además, quería terminar la tumba, aunque la financiación del proyecto disminuyera. Sin embargo, Miguel Ángel aceptó el encargo a regañadientes y pasó cuatro años de su vida encaramado a un andamio con el pincel en la mano. Volvería intermitentemente a la tumba monumental de Julio durante las siguientes décadas.
En contra de la creencia popular, Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina de pie
Cuando se imaginan a Miguel Ángel creando sus legendarios frescos, la mayoría de la gente asume que estaba tumbado. Pero, en realidad, el artista y sus ayudantes utilizaban andamios de madera que les permitían estar de pie y alcanzar la altura de sus cabezas. El propio Miguel Ángel diseñó el singular sistema de plataformas, que se sujetaban a las paredes con ménsulas.
Trabajar en la Capilla Sixtina fue tan desagradable que Miguel Ángel escribió un poema sobre su miseria
En 1509, un Miguel Ángel cada vez más incómodo describió el esfuerzo físico del proyecto de la Capilla Sixtina a su amigo Giovanni da Pistoia. “Ya me ha salido un bocio por esta tortura”, escribió en un poema que seguramente era algo irónico. A continuación, se quejaba de que su “estómago está aplastado bajo mi barbilla”, de que su “cara es un buen suelo para los excrementos”, de que su “piel cuelga suelta debajo de mí” y de que su “columna vertebral está toda anudada de tanto doblarme”. Terminó con una afirmación que sorprenderá a casi todos: “No estoy en el lugar adecuado: no soy pintor”.
La obra maestra de Miguel Ángel ha demostrado ser muy resistente
El techo con frescos de la Capilla Sixtina se ha mantenido extraordinariamente bien en los cinco siglos transcurridos desde su finalización. Sólo falta un pequeño componente: parte del cielo en el panel que representa la huida de Noé del gran diluvio universal. La sección de yeso pintado cayó al suelo y se hizo añicos tras una explosión en un depósito de pólvora cercano en 1797. A pesar de la aparente resistencia del techo, a los expertos les preocupa que el tránsito de los millones de personas que visitan la Capilla Sixtina cada año siga suponiendo una grave amenaza.
El arte de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel fue retocado -y desmontado- en las décadas de 1980 y 1990
Entre 1980 y 1999, los expertos restauraron algunas obras de arte de la Capilla Sixtina, incluido el techo de Miguel Ángel y su famoso fresco conocido como “El Juicio Final”, que creó en sus últimos años. Los especialistas disolvieron meticulosamente las capas de suciedad, hollín y depósitos, y dieron mucho brillo a los colores de las pinturas centenarias. La restauración también deshizo el trabajo del Papa Pío IV, que ordenó la colocación de hojas de higuera y taparrabos en los desnudos de Miguel Ángel durante la década de 1560.
El panel más famoso del techo de la Capilla Sixtina podría representar un cerebro humano
En la sección titulada “La creación de Adán”, las figuras que representan a Dios y a Adán se tienden la mano con los brazos extendidos. Sus dedos, que casi se tocan, son una de las imágenes más reconocidas y reproducidas del mundo. Algunos teóricos creen que la escena contiene también el inconfundible contorno de un cerebro humano, formado por los ángeles y las túnicas que rodean a Dios. Según Frank Lynn Meshberger, un médico pionero en esta hipótesis, Miguel Ángel pretendía evocar el otorgamiento de inteligencia por parte de Dios al primer humano.
Los nuevos papas son elegidos en la Capilla Sixtina
Construida en la década de 1470 bajo el mandato del Papa Sixto IV, de quien toma su nombre, la Capilla Sixtina es algo más que el destino turístico más popular de la Ciudad del Vaticano. De hecho, cumple una función religiosa crucial. Desde 1492, este sencillo edificio de ladrillo ha acogido numerosos cónclaves papales, en los que los cardenales se reúnen para votar al nuevo Papa. Una chimenea especial en el techo de la capilla transmite los resultados del cónclave, con humo blanco que indica la elección de un papa y humo negro que señala que ningún candidato ha recibido aún una mayoría de dos tercios.