En todo el mundo se está viviendo una subida de la inflación no vista desde hace décadas. En España, por ejemplo, la inflación ronda el 10%. Aun así, las cifras serían más elevadas si los precios de la gasolina y el petróleo no hubieran bajado bruscamente desde hace tres meses. Los precios de los alimentos seguirán subiendo. Lo mismo ocurre con los viajes y algunas prendas de vestir. Aunque el IPC no mide la vivienda, los tipos hipotecarios casi se han duplicado con respecto a hace un año, lo que encarece la vivienda. Sin embargo, las cifras de inflación de España son muy suaves en comparación con las de otros países.
Varios países tienen tasas de inflación que, año tras año, superan con creces la cifra de España. Entre ellos se encuentran Venezuela (114%) y Zimbabue (285%).
La alta inflación en Zimbabue no es nueva. En 2004 ya tuvo una inflación del 114%, alcanzó el 157% en 2008 y el 558% en 2020. En principio, se presuponen dos razones para ello:
- La primera es la expansión monetaria que no está respaldada por el crecimiento económico. Una de las principales causas de la inflación en Zimbabue es la caída de la producción agrícola, que es el núcleo de las exportaciones del país. Como esto hizo aumentar el desempleo, el banco central introdujo más dinero en la economía. No es del todo diferente a lo que hizo el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de EE.UU. con la crisis de 2008 y los estímulos de la COVID-19.
- La segunda tiene que ver con lo que los zimbabuenses esperan ahora cuando se trata de la inflación. La inflación se convierte en un ciclo sin fin. El aumento de los costes impulsa el aumento de los salarios, que vuelven a impulsar el aumento de los costes, una y otra vez.