El Pont des Arts o Puente de las Artes es uno de los puentes más bonitos de París y suele ser un recurso fotogénico muy habitual. Como no podía ser de otra forma, Instagram está plagado con fotos del puente que incluso ha aparecido en numerosas películas, incluida una que comparte su nombre. El puente conecta el patio central del Palacio del Louvre, a un lado del río Sena, con el prestigioso Instituto de Francia, al otro, y parece encarnar la ciudad más elegante.
Los turistas acuden regularmente a este puente peatonal, o passerelle, para fotografiar la luz que se refleja en los edificios sobre las suaves aguas de abajo. Las nubes que se dispersan en el horizonte y dejan ver la Torre Eiffel en la lejanía también son motivo de fotografías icónicas.
Cómo llegar
El Pont des Arts conecta las orillas del río Sena, y los edificios del Palacio del Louvre con el Instituto de Francia. También une los distritos 1 y 6 de París.
La forma más fácil de llegar es tomar el metro hasta la estación de Pont Neuf (línea 7) y seguir las indicaciones hacia el puente. También puedes bajarte en la estación de metro Chatelet, en el centro de París (a la que llegan varios metros, autobuses y trenes de cercanías RER) y dar un tranquilo paseo. Camina hacia el oeste por la orilla del Sena y el Quai de la Mégisserie, pasa el puente Pont Neuf y continúa por el Quai du Louvre y el Quai Francois Mittérand para llegar al puente.
Desde la orilla izquierda, puedes bajar en la parada de metro Solférino (línea 12) y caminar hasta la orilla del río, bajando hacia el este por Quai Voltaire para llegar al puente.
Historia
El Puente de las Artes es relativamente nuevo en el paisaje parisino. El emperador Napoleón I encargó la construcción de un puente peatonal metálico hacia 1802. Formado por nueve estructuras arqueadas, sería el primero de París de este tipo hecho de metal, un anticipo, quizás, de la ciudad moderna que vendría. En un principio, debía parecerse a un jardín suspendido, bordeado de vegetación y flores, y equipado con bancos para que los transeúntes pudieran disfrutar de él. Al principio, los peatones tenían que pagar una pequeña cuota para cruzar o sentarse en él. Hoy en día, por supuesto, la visita es gratuita.
Tras la Primera y Segunda Guerra Mundial, el puente sufrió daños estructurales por los bombardeos aéreos y los accidentes de los barcos. Después de que los ingenieros lo consideraran inseguro a finales de la década de 1970, se cerró al público durante varios años. La ciudad decidió reconstruirlo, reabriendo el Puente en 1984. El nuevo puente es casi idéntico al del Emperador Napoleón, pero sólo tiene siete arcos en lugar de los nueve originales.
Desde entonces, se ha convertido en uno de los lugares más populares de la ciudad para hacer picnics, vistas románticas e incluso exposiciones de arte: numerosos pintores y fotógrafos eligieron instalarse en el Pont para trabajar en nuevos paisajes y mostrar sus obras.
El puente se convirtió en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1991, junto con el resto de las orillas del Sena, desde la isla de San Luis hasta la Torre Eiffel.
Candados
Muchas parejas que visitan París siguen esperando colocar un candado metálico, o “lovelock”, en el Puente de las Artes para celebrar un aniversario u otro momento romántico. Los enamorados acudían con candados con sus nombres grabados y los ataban al puente (o a otros candados, ya que pronto se agotó el espacio). Luego arrojaban la llave al río como señal de su inquebrantable devoción mutua.
Por desgracia, la ciudad prohibió esta práctica en 2015 y retiró por completo alrededor de un millón de candados del puente. Ponían en peligro la integridad estructural del puente y causaban daños en parte del mismo.
- La tradición de los candados del amor no se originó realmente en el Pont des Arts, ni siquiera en Francia. Algunos dicen que se originó en Hungría o incluso en Colonia, en Alemania.
- El millón de candados pesaban alrededor de 45 toneladas.
La alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, añadió tres paneles de cristal al puente para disuadir a los visitantes de colocar más candados en él. Ahora se pide a los turistas que se limiten a hacerse “selfies románticos” en el Pont y sus alrededores, recordándoles que los candados son un peligro para la belleza y la integridad del histórico puente.
Aun así, el puente sigue siendo una de las atracciones más románticas de París y un lugar ideal para hacer un picnic. También hay muchos otros lugares en París donde la gente sigue dejando sus candados del amor.
Qué hacer en los alrededores
Especialmente si visitas París por primera vez, éste puede ser un buen punto de partida para explorar varias atracciones turísticas emblemáticas de la capital francesa. Dirígete al Museo del Louvre y a los jardines adyacentes de las Tullerías para disfrutar de una mañana o una tarde de fantásticas galerías de arte, echar un vistazo a la historia medieval y real de París y pasear por impresionantes callejuelas verdes, parterres y estatuas.
Ve a la rive gauche (orilla izquierda) para contemplar las mundialmente famosas colecciones de arte impresionista del Museo de Orsay, donde le esperan obras maestras de Renoir, Monet, Manet, Pissarro, Dégas y muchos otros.
Por último, aléjate de las orillas del río para visitar el fascinante barrio de St-Germain-des-Prés. Famoso por sus cafés en las aceras, frecuentados en su día por escritores y filósofos, y por la abadía medieval del siglo VI, los visitantes lo codician ahora por sus fantásticas galerías de arte, sus elegantes boutiques y sus productos gourmet, desde chocolates hasta croissants.