Hong Kong es una ciudad costera, un área metropolitana y un importante puerto en el sur de China. Cuenta con 260 penínsulas e islas territoriales y tiene una larga historia.
Para entender la relación de Hong Kong con China, conviene remontarse a la Primera Guerra de China, más conocida como la Guerra del Opio…
En el siglo XIX, los comerciantes británicos cosechaban beneficios con el comercio de productos chinos como el té, la porcelana y la seda. Sin embargo, los chinos no compraban los productos británicos y sólo los cambiaban por plata. Para cambiar las cosas, los comerciantes británicos empezaron a introducir opio de contrabando en China, y sólo aceptaban el pago de estas drogas en plata. Luego utilizaban esta plata para comprar los productos chinos. La adicción generalizada al opio hizo que los chinos tomaran medidas para acabar con el comercio. Destruyeron la mayor parte del opio y causó la guerra contra los británicos.
En noviembre de 1839, los británicos derrotaron a 29 barcos chinos y evacuaron a los refugiados británicos de Cantón. Las fuerzas navales británicas bombardearon el puerto de Ting-hai, y posteriormente capturaron varios puertos chinos. Tras sufrir más pérdidas, los chinos solicitaron una tregua en 1841. Fue entonces cuando Hong Kong y parte de Kowloon se rindieron a Gran Bretaña. La guerra no terminó hasta 1842, cuando se capturó Shangai y el Tratado de Nankín permitió a los británicos seguir comerciando a su antojo, incluido el opio.
Hong Kong permaneció bajo dominio británico hasta 1898. Gran Bretaña negoció una nueva ampliación de las tierras de Hong Kong, y acabó firmando un contrato de arrendamiento de 99 años con China. Éste expiró en 1997, y Gran Bretaña devolvió Hong Kong a China, clasificándola como “Región Administrativa Especial” (RAE) llamada “Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China”.
China permitió a Hong Kong gobernarse a sí misma durante un periodo de 50 años. A Hong Kong se le permitió mantener muchos de sus sistemas independientes, y el plan se inició bajo la doctrina de “un país, dos sistemas”. Esto se entiende mejor como la “coexistencia del socialismo y el capitalismo”.
Economía, dinero e impuestos
Hong Kong tiene una economía libre, pero no es rica en recursos naturales. La región depende de la importación de materias primas y alimentos. Sus finanzas son independientes, y China no se inmiscuye en las leyes fiscales de Hong Kong.** Hong Kong tiene unos tipos impositivos bajos** y es responsable de sus propias políticas en materia de divisas, aduanas, finanzas, dinero y comercio. También tiene su propia moneda, el dólar de Hong Kong; el continente utiliza el yuan chino.
Diferencias gubernamentales
China continental y Hong Kong tienen gobiernos diferentes; la China comunista está controlada por un partido único, y Hong Kong es una democracia limitada. Aunque ambos comparten un jefe de Estado (el Presidente de China), cada uno tiene un jefe de gobierno distinto.
En la China continental es el primer ministro, y en Hong Kong su jefe de gobierno es el jefe de la Región Administrativa Especial de Hong Kong. Hong Kong también tiene sistemas legales, judiciales y de aplicación de la ley separados. También es conocido por tener menos interferencias gubernamentales que la China continental; los derechos de sus habitantes a la libertad de expresión y de reunión están protegidos.
Sin embargo, hay dos áreas principales en las que Hong Kong depende de China: las relaciones internacionales y la defensa militar. Hong Kong no tiene un ejército propio ni una identidad diplomática internacional separada de China.
Hong Kong ha visto una cantidad de disturbios políticos sin precedentes recientemente. Comenzó en 2019, cuando el gobierno, con el apoyo del gobierno central de China en Pekín, intentó aprobar una ley que permitiría la extradición de residentes de Hong Kong a la China continental. Ante el temor de que esta nueva ley se utilizara para reprimir la ascendencia política, muchos residentes de Hong Kong salieron a las calles a protestar.
Estas protestas, algunas de las cuales se volvieron violentas, afectaron negativamente a la economía del territorio. La ley propuesta fue finalmente archivada en octubre de 2019, pero las protestas persistieron. En 2020, el gobierno chino propuso una nueva ley de seguridad que, según los críticos, pretende criminalizar el descenso en el territorio. Los recientes esfuerzos de China por ampliar su autoridad sobre Hong Kong, en deferencia al concepto de “un país, dos sistemas” ha suscitado la condena tanto de los residentes del territorio como de algunas voces de la comunidad internacional.