Para salvar a la población mundial tras una crisis global y permitir que la vida en la Tierra continúe ante una gran catástrofe, un lugar remoto del mundo alberga una de las bóvedas más preciadas de todo el planeta. Ésta, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, que almacena en su interior congelado copias de repuesto o duplicadas de semillas de plantas obtenidas de bancos de genes de todo el mundo, sería más valiosa que vastas reservas de platino, oro y diamantes en caso de una crisis agrícola mundial.
Estas semillas están altamente protegidas para que, cuando se necesiten, puedan ser revividas de nuevo. La Bóveda Global de Semillas de Svalbard se encuentra a unos 1.300 kilómetros del Polo Norte, en la isla noruega de Spitsbergen, en el archipiélago ártico de Svalbard, cerca de Longyearbyen.
El portal de entrada es una sencilla construcción de hormigón que se ha convertido en un icono mundial. Muchos visitantes de Svalbard acuden a la entrada de la Bóveda para hacerse selfies… La Bóveda de Semillas, excavada en roca sólida virgen, se inauguró el 26 de febrero de 2008. La zona de almacenamiento de semillas se encuentra a más de 100 metros en el interior de la montaña, y bajo capas de roca de entre 40 y 60 metros de grosor.
El macizo montañoso tiene permafrost, con una temperatura estable de entre 3 y 4°C bajo cero. La zona de almacenamiento de semillas cuenta con un sistema de refrigeración adicional, para llevar la temperatura de almacenamiento de las semillas a 18°C bajo cero y garantizar que se mantenga constante. La electricidad para la Bóveda de Semillas proviene de la central eléctrica pública de Longyearbyen. Además, la Bóveda de Semillas está equipada con generadores que proporcionan electricidad en caso de corte de energía.
Las instalaciones del almacén de semillas constan de tres salas, cada una con una base de unos 9,5 x 27 metros. Cada sala puede albergar alrededor de 1,5 millones de muestras de semillas, lo que da a la Bóveda de Semillas una capacidad total para almacenar 4,5 millones de variedades de semillas. Teniendo en cuenta que cada variedad de cultivo estará representada por 500 semillas, la bóveda tiene una capacidad total de almacenamiento de 2.500 millones de semillas.
Hasta la fecha, las existencias en la Bóveda de Semillas se acercan a las 900.000 muestras de semillas que representan productos básicos africanos y asiáticos como el trigo, el arroz, el maíz y el sorgo, y los favoritos americanos y europeos como la patata, la cebada y la lechuga.
Sólo está en uso una de las tres salas, refrigerada a 18°C bajo cero y equipada con estanterías para cajas de semillas. Cuando esta sala alcance su capacidad, se preparará la segunda sala de almacenamiento y se refrigerará al nivel necesario para la conservación de las semillas.
Se mantiene un alto grado de precaución al almacenar las semillas en la cámara acorazada. Se secan completamente y se sellan en paquetes especialmente diseñados de cuatro capas antes de guardarlos en la cámara. El mantenimiento de temperaturas óptimas (-18º Celsius) es extremadamente importante para garantizar la supervivencia de estas semillas durante largos periodos de tiempo. En 2013, un tercio de la diversidad de géneros de semillas que se almacenan en todos los bancos de genes del mundo ya estaban representados en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, y su colección sigue creciendo.
El coste de la construcción de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, de 9 millones de dólares, fue financiado en su totalidad por el gobierno noruego. En la actualidad, Noruega y el Fideicomiso Mundial para la Diversidad de Cultivos se encargan de mantener los costes operativos de la bóveda, mientras que los gobiernos de todo el mundo y la Fundación Bill y Melinda Gates proporcionan las principales fuentes de financiación de la bóveda.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es como el último respaldo para los ciudadanos del mundo en tiempos de una gran crisis global. Aunque hay 1.700 bancos de genes repartidos por todo el mundo en varios países, las semillas de plantas de cultivo almacenadas en estos bancos de genes son bastante susceptibles de sufrir guerras, catástrofes naturales, mala gestión financiera y/o inestabilidad política. La naturaleza vulnerable de estos bancos de genes hizo necesaria la creación de un modo de almacenamiento mucho más seguro que actuara como un depósito global de semillas para beneficiar a toda la población mundial en caso de desastre. El banco genético de semillas hiperseguro de Svalbard ofrece precisamente eso.
Actualmente, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard se gestiona en virtud del acuerdo tripartito entre el Centro Nórdico de Recursos Genéticos (NordGen), el gobierno noruego y el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos (GCDT). Las unidades de refrigeración de la cámara se mantienen gracias a la energía generada por el carbón extraído localmente. Incluso si el equipo deja de funcionar por alguna razón sin precedentes, la temperatura sigue siendo lo suficientemente fría como para permitir que las semillas sobrevivan durante varias semanas antes de descongelarse por completo cuando las temperaturas suben hasta la temperatura del lecho rocoso circundante.
Los países que depositan sus semillas en la cámara acorazada mundial mantienen sus derechos de propiedad sobre las semillas, que no se distribuirán a ninguna otra parte sin pedir permiso al depositante.