Un monarca es el jefe de un Estado o región durante toda su vida, o hasta que abdique del trono. En una monarquía constitucional, los monarcas tienen restricciones en su capacidad para gobernar, establecidas por una constitución.
Una monarquía constitucional no debe confundirse con una monarquía absoluta:
- En una monarquía absoluta, el monarca es un autócrata a cargo de las formas ejecutivas, judiciales y legislativas.
- Las monarquías constitucionales se diferencian de las absolutas en que el gobernante se rige por un marco legal (una constitución, por ejemplo) que impide una extralimitación del poder.
Las reglas de gobierno
Las monarquías constitucionales se encuentran en diversos países y estados soberanos de todo el mundo, como Mónaco, Marruecos, Jordania, Bahrein, Kuwait, España, Bélgica, Suecia, Japón y el Reino Unido.
El Reino Unido es quizás la monarquía constitucional más famosa. La reina Isabel II y la familia real son muy visibles y conocidos en todo el mundo como celebridades. Sin embargo, en el Reino Unido, al igual que en España, Bélgica, Suecia y Japón, el monarca no tiene autoridad formal para gobernar.
De hecho, parafraseando al historiador y político británico Thomas Macaulay, el politólogo Vernon Bogdanor explica la naturaleza de una monarquía constitucional como “un soberano que reina pero no gobierna”.
¿Qué hace realmente una monarquía constitucional?
Es posible que los monarcas constitucionales no puedan gobernar como los presidentes o primeros ministros, pero el gobierno suele funcionar en su nombre. Utilizando de nuevo el ejemplo del Reino Unido, la reina sirve más como símbolo de la unidad nacional.
Aun así, un monarca constitucional puede tener poderes en el Parlamento o en la legislación, aunque esto debe ser especificado por la constitución. Según el difunto teórico político británico Walter Bagehot, un monarca constitucional tiene el derecho político de ser consultado, animar y advertir.
Las monarquías constitucionales actuales
El Reino Unido es una de las dieciséis monarquías constitucionales conocidas como reinos de la Commonwealth. Los otros son Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalu.
No todos los países de Europa se rigen por las mismas normas de monarquía constitucional. En Bélgica y Dinamarca, el monarca tiene un representante designado que supervisa el gobierno de coalición tras unas elecciones parlamentarias. En Noruega, el rey preside algunas reuniones del gabinete.
En algunos países, como Japón y Suecia, se ha modificado la constitución para que el monarca deje de estar al servicio del gobierno, incluso de forma nominal. Estos monarcas son, en cambio, símbolos tradicionales de un poder político que alguna vez lo fue.